P.- Vamos a comenzar hablando de tu trabajo: ¿Por qué estudiaste periodismo?
R.- Estudié periodismo, primero, quizás porque cuando era niña, veía cómo los periodistas buscaban a mi papá, que entonces era funcionario de gobierno, para hacerle entrevistas, y me llamaba la atención cómo hacían para difundir en prensa, radio y televisión las declaraciones, propuestas y denuncias de mi padre, entre otras muchas y muy variadas noticias. Por afinidad a la inquietud política-social de mi papá en busca de un México impregnado de justicia y equidad fue que elegí el periodismo como carrera inicial. Gracias a Dios, estaba consciente de que tenía formación humana en familia y que con algunos elementos académicos podría hacer periodismo, pero luego estudié filosofía y los mejores elementos los adquirí en la filosofía agustiniana. Mientras que hace 25 años daba noticias respondiendo a qué, quién, cómo, cuándo y dónde. Ahora, siguiendo el ejemplo de san Agustín, me atrevo a editorializar, orientar al público, y a ser crítica y propositiva a la vez, ya no sólo a informar.
P.- ¿Qué deseas transmitir en el programa radiofónico “Todo México somos hermanos”?
R.- Quiero que todo mundo conozca a Dios, que mediante el ejemplo de diálogo interreligioso durante la conducción del programa, aprendamos a respetar y a amar a las distintas religiones, desde una base de respeto y gratitud a Dios por la religión que cada uno profesa. En mi caso, me alegra ser cristiana católica y manifestar enorme cariño por el judaísmo, el protestantismo, el Islam bien llevado, y filosofías como el budismo en búsqueda de la paz. Quiero que todo mundo se conozca a sí mismo como hijo de Dios, capaz de ser feliz.
P.- ¿Qué importancia crees que tienen lo medios en la evangelización?
R.- Estoy convencida de que negar a Dios en los medios de comunicación es hacer caso omiso de su existencia con la falta de respeto al orden en los valores y sin reconocimiento y apego a las exigencias de la creación. Esto favorece el miedo a la muerte, un miedo natural ante la ignorancia o negación de Dios. Y lo grave de acrecentar el miedo a la muerte es que este, a su vez, propicia el desperdicio de los bienes intelectuales, espirituales, afectivos, emocionales, físicos y materiales que Dios nos ha dado. Visto de esta manera, no evangelizar a través de los medios de comunicación es no anunciar que Dios es amor y que la vida es eterna. Y conste que hay una diferencia radical entre ser y no ser; ser feliz es serlo para siempre, mientras que pensar que no somos eternos es comenzar a desfallecer, sin esperanza, sin amor con todas las expresiones propias de la muerte: mentira, odio, opresión, abusos, lujuria, acaparamiento, hedonismo, violencia, asesinatos, abortos…
P.- ¿Qué encuentras en san Agustín que lo citas con tanta frecuencia?
R.- Encuentro respuestas irrefutables a las inquietudes del corazón humano. ¿Para qué nací? ¿qué es la verdad? ¿dónde está la felicidad? ¿cuál es la diferencia entre creer y no creer en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo? ¿cómo puedo conocer personalmente a Dios? ¿porqué es importante ser humilde? ¿Cómo derribar la soberbia? ¿cómo saber quién soy realmente? ¿porqué necesitamos de la Gracia de Dios? ¿existe el cielo? ¿puedo ser feliz desde ahora? ¿De dónde viene el mal? Y temas como la libertad interior contraria a la esclavitud, la interioridad y la trascendencia, la intimidad con Dios de la que nace la unidad en el amor, lo mismo que el apostolado, son puntos clave que amo conocer y deseo compartir en lo público y en lo privado.
“Para mí, ser agustina recoleta es una cuestión ontológica” La fraternidad seglar
P.- ¿Cómo conociste a los agustinos recoletos?
R.- Los conocí porque la parroquia de Nuestra Madre de Dios de Czestochowa está en Tecamachalco. Allá viví desde los 14 años de edad, y luego siendo madre, allá llevé a mis hijos al catecismo. Me di cuenta de que las comunidades de frailes que llegaban a vivir a Tecamachalco eran gente muy amable, muy trabajadora, muy dulce y muy feliz. Ahora, también vivo en Tecamachalco y Czestohowa es mi parroquia, cada comunidad de frailes ha sido parte de mi vida, desde el padre José Felix cuando fue vicario, hasta la fecha. Antes no me daba mucho cuenta. Tuve mi edad del despiste, como casi todos.
P.- ¿Qué supone para ti ser agustina recoleta seglar?
R.- Para mí, ser agustina recoleta es una cuestión ontológica. En la Orden de Agustinos Recoletos, como hija espiritual de San Agustín y hermana de los frailes, las monjas, las misioneras y los seglares, encuentro mi lugar dentro de la Iglesia. Por mis papás, profundamente cristianos, conocí Czestochowa; por Czestochowa conocí a la OAR, y por la OAR, me atreví a conocer personalmente a mi Dios, al Dios que me ama y libera, que me ilumina y hace feliz. Y eso es lo que quiero que le ocurra a todo mundo, que nadie piense que su vida no tiene sentido o que es ya para siempre una vida malograda.
P.- ¿Cómo ves la fraternidad seglar agustino-recoleta en México?
R.- Me interesa mucho que las Fraternidades Seglares Agustino Recoletas tengamos consciente, vivo y presente nuestro carisma dentro de la Iglesia. Veo que somos un grupo de personas en búsqueda de Dios, y que por su misericordia y providencia nos hemos unido a la Orden de los Agustinos Recoletos. Pienso que si Dios nos ha puesto entre ustedes, tenemos una gran responsabilidad de salvaguardar, vivir y promover la filosofía y espiritualidad agustiniana, lo mismo que la riqueza de nuestra historia recoleta y sus valores de origen que, de ningún modo han de considerarse obsoletos hoy en día, sino más bien, al contrario, rescatarse y fortalecerse. Me refiero a valores como la contemplación y la austeridad, entre otros que bien vividos propician la vida comunitaria y el apostolado.
En México somos unos 250 seglares agustinos recoletos hambrientos de conocimiento y formación para ser lo que Dios quiere que seamos y cumplir con nuestra vocación en un ritmo de ciencia y caridad, ni sólo una ni sólo otra, ambas. Queremos dar pasos de interioridad y trascendencia para amar a Dios y al prójimo, para contagiar a otros, y para dar a la Iglesia y al mundo lo que Dios nos de a través de una formación constante y sonante dentro de la OAR.
Necesitamos más formación agustiniana para que dentro del Cuerpo Místico de Cristo, siendo recoletos y recoletas, vivamos la parte que nos toca dentro del amor de Dios en el mundo.
“La web de agustinosrecoletos.com me hace sentirme dentro, muy dentro de toda la OAR” P.- ¿Qué se podría hacer para que las fraternidades compartieran mejor el carisma y la misión de los agustinos recoletos?
R.- En primer lugar, y como punto imprescindible para lograr que las fraternidades compartamos mejor nuestro carisma y misión, pienso que los frailes agustinos recoletos, cada uno, ha de platicar con Dios respecto de nosotros, sus hermanos laicos, y dejar que Dios les revele lo que somos dentro de la OAR y de la Iglesia. Creo que cuando cada fraile mire a los seglares como pertenencia suya y como hermano, sentirá gratitud y responsabilidad, deseos de compartir el mismo alimento espiritual que recibe dentro de su casa y sus espacios de formación permanente. Así, al darnos los frailes las mismas oportunidades de formarnos que ustedes tienen, en lo humano y lo espiritual, podremos participar con más certezas que dudas, con más coincidencias que diferencias, con continuidad y perseverancia en lo que fuere necesario hacer para compartir el carisma y la misión recoleta. Por otro lado, pienso que, es responsabilidad de cada seglar agustino recoleto atender al llamado de Dios en su corazón y para ello, necesita saber que Dios está vivo dentro suyo y que Dios le pide algo muy particular: entre la oración, el estudio, el trabajo, la vida espiritual y religiosa, lo mismo que la vida familiar y comunitaria, hemos de aprender cada día algo nuevo, y conscientes de que nuestro padre san Agustín es un estudioso, nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados y con los libros cerrados en los estantes esperando que alguien venga a enseñarnos. Es muy importante hacer consciente lo que significa vivir en ritmo de ciencia y caridad, interioridad y trascendencia, búsqueda y encuentro.
La web
P.- ¿Qué dirías a los que se acercan al sitio web de la Orden?
R.- Los felicito enormemente por esta iniciativa. Pienso que es un espacio en el que podemos conocer lo que hacen las otras provincias y unirnos cada vez más, de manera que los Agustinos Recoletos podamos cumplir con la misión que Dios nos ha dado, a todos, sin distinción de Provincias, salvo por cuestiones de orden y administración, pero con un claro sentido de unidad en el amor hacia un carisma, recibido igualmente en cualquiera parte del mundo donde hayamos conocido a la OAR. Me gusta también saber que las obras escritas o las ediciones en audio y los videos son asequibles a través de la página. Me encanta leer ahí mismo las frases de nuestro amadísimo san Agustín y las vidas de los santos agustinos. Me alegra leer las noticias y seguirle la pista a los frailes que conozco. Me gusta saber en qué parte del mundo está nuestro padre General y cómo están nuestros frailes obispos. En fin, la web de agustinosrecoletos.com me hace sentirme dentro, muy dentro de toda la OAR y el mundo se hace pequeñito mientras crece la responsabilidad de ser profundamente cristiana y recoleta todo el día y toda la noche. Ojalá que todas las Provincias tengan un link a la web y que seamos más atrevidos para enviar nuestras noticias con la apertura, claro está, al buen criterio de elección que tengan quienes la administran porque lo hacen muy bien y saben qué hace bien publicar y que, vale la pena reservar.
Ojalá que por medio de la web nos manden materiales de formación humana y espiritual a los agustinos recoletos seglares y que las presidentas podamos bajarlos fácilmente, sacarles copias y compartir con nuestros hermanos y hermanas de Fraternidad. Así, es muy probable que podamos al fin homologar nuestra formación, lo cual, al menos, en México, nos encantaría.