Han sido necesarios tantos colaboradores porque un autor antiguo como es san Agustín (354-430) no escribe con la ordenación académica actual, sino que su pensamiento sobre cualquier tema está disperso en numerosos escritos, por lo que su exposición es muy dificultosa y trabajosa.
Los directores de esta obra han sido dos agustinos recoletos, José Oroz Reta y José Antonio Galindo. El primero, profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, tuvo el decisivo mérito de contratar los trabajos con importantes especialistas de varias naciones. Una vez fallecido en 1996, la responsabilidad de dirigir la obra pasó a José Antonio Galindo; y éste se ha encargado de editar parte del tomo primero y en su totalidad el segundo y el tercero. Galindo reside desde hace años en la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, en Valencia, y ello le ha facilitado la continua relación con la editorial para conseguir el arduo objetivo de una publicación de tanta envergadura. Cosa que no hubiera sido posible tampoco sin la colaboración y ayuda decisiva de otros miembros del Instituto de Agustinología: José Anoz, Javier Ruiz y John Oldfield, todos agustinos recoletos.
La obra más completa de san Agustín
Sobre san Agustín aparecen cada año en el mundo unos 400 títulos, entre libros y artículos de revistas. En medio de toda esta inmensa producción es muy posible que esta obra sea la más completa sobre el santo: no la mejor, necesariamente; sí la que más temas abarca: temas de filosofía y teología, además de otros muchos de tantos como trató el genial Obispo de Hipona.
Y hay otra peculiaridad que llama la atención en esta obra. Sobre cada uno de los temas, cuida de recoger amplias secciones de textos del mismo san Agustín ordenados numéricamente. De esta forma, el lector puede saborear directamente lo escrito por el mismo santo con su inimitable estilo.
El tercer y último tomo, en fin, lleva incorporado un índice temático de 163 páginas que permite al lector encontrar enseguida la exposición del tema o la cuestión que le interesa en cualquiera de los volúmenes de la obra. De esta forma, el pensamiento de san Agustín, el teólogo poeta, cuyos escritos están impregnados de luz y de fuego, el preferido de Benedicto XVI, ha sido puesto a disposición de todos los hablantes de lengua española, del modo más completo.