Actualidad

Un millar de jóvenes peregrina a Guadalupe para celebrar el Año Vocacional

Las Juventudes Agustino Recoletas de México acompañadas de religiosos y religiosas de la Orden han celebrado los pasados 12 y 13 de julio una intensa jornada enmarcada dentro de los actos del AVAR.

El auditorio del Colegio México que dirigen los Hermanos Maristas en México D.F. fue el escenario en el que se desarrolló el festival musical y la vigilia de oración en la que, durante siete horas, participaron un millar de jóvenes procedentes de parroquias, colegios y distintos ministerios que los agustinos recoletos animan en este país americano. Música, testimonios y oración contemplativa se fueron sucediendo al tiempo que se compartían dinámicas, juegos y alimentos.

Guadalupe

El domingo, a partir de las diez de la mañana, un grupo de 800 jóvenes se congregó en la Glorieta de Peralvillo para caminar, durante dos horas, hasta el santuario mariano más conocido de América. El agustino recoleto Rafael Gutiérrez coordinó la comitiva al tiempo que animaba, megáfono en mano, después de repartir gorras, pañuelos y demás distintivos conmemorativos del AVAR mexicano.

Pasado el mediodía comenzó la celebración de la misa de acción de gracias a los pies de la Virgen de Guadalupe. El acto litúrgico estuvo presidido por el obispo agustino recoleto Carlos Briseño. Junto a él, 15 sacerdotes y 2 diáconos, todos ellos agustinos recoletos también. Además de los 800 miembros de las JAR de México, en la eucaristía, por ser domingo, participaron alrededor de 8.000 fieles.

La homilía de Carlos Briseño animó a los jóvenes a “estar llenos de gratitud a Dios y a nuestra Madre, María de Guadalupe, la morena del Tepeyac, por el don de la vocación: a la vida, a la vida cristiana, a la vida religiosa y sacerdotal”

El obispo recoleto insistió en que "la vocación es el corazón mismo de la nueva evangelización. Debemos escuchar a Dios para estar llenos de Él. En un mundo desesperanzado que hay "muertos en vida", Cristo nos invita a ser sembradores de esperanza en comunión y en comunidad”.

A los pies de “la morenita del Tepeyac” las 9.000 personas que participaron de la celebración pidieron a la Virgen fuerzas para hacer la voluntad de Jesús siguiendo el carisma de san Agustín y la tradición recoleta.

X