Juan Manuel Ramírez Sixtos inició sus conferencias con la afirmación de que el hombre es un peregrino, abierto a lo infinito, y que su patria definitiva no es este mundo; que en su continuo caminar Dios lo llama por su nombre y en libertad para una misión de salvación en el amor.
Siguiendo el esquema propuesto por el jesuita Mihály Szentmártoni en su libro "Psicología de la experiencia de Dios" habló después de que en la Iglesia, a lo largo de los siglos, se han sucedido diferentes itinerarios espirituales de un sinnúmero de personas que han caminado rumbo a Dios y que nos han dejado un testimonio histórico-espiritual de su experiencia, citando como ejemplos a santa Teresita del Niño Jesús, a san Gregorio de Nisa, a santo Tomás de Aquino, a san Ignacio de Loyola, a san Juan de la Cruz, a santa Teresa de Jesús, a Evagrio Póntico, al P. Charles A. Bernard, a San Buenaventura…
Se centró, finalmente, en la persona de san Agustín, exponiendo las seis etapas de su itinerario recorrido, primero rumbo a sí mismo y después buscando su misión, como un mandato divino, en la realidad del alejamiento de Dios, de la aproximación agónica a Él y de su posesión gozosa, que equivale a vivir lejos de Dios, buscar a Dios y gozar de la unión con Dios; después de lo cual el santo obispo de Hipona vivirá amando por el resto de su vida, puesto que en Dios amor todas sus acciones cobran sentido en el camino de la salvación.
El padre Juan Manuel concluyó las charlas afirmando que este itinerario agustiniano no se debía entender como algo lineal, sino como un camino ascendente que lleva hacia Dios, en el que es necesario ir renovando propósitos, retomando decisiones, rehaciendo proyectos, deshaciéndose de lo inútil, de lo que hace pesado el camino, porque la vida espiritual será siempre dinámica. Ojalá que pudiésemos leer nuestra historia en la historia de san Agustín, y que su experiencia personal fuera un motivo para arriesgarnos en la aventura profunda de un seguimiento más radical de Cristo, que continúa llamando hoy como siempre con un amor único e irrepetible.
Nuevo ponente
El último día la comunidad de Tlaxcala recibió a Carlos González, también agustino recoleto y superior de los religiosos mexicanos. El padre González se encargó de exponer las últimas pláticas del sábado por la mañana con el tema: “El amor en la espiritualidad agustiniana” enfocado a Dios, principio y fin del amor, y al prójimo y a uno mismo en Dios. Al mediodía fue clausurado el curso con la eucaristía.
Según lo acordado por los tres monasterios de monjas de clausura mexicanos, las tres comunidades de las huastecas hidalguense y potosina: Macuxtepetla, Jalpan y Ahuacatlán, se reunirán en este último convento durante una semana del mes de julio para recibir el curso de formación que impartirá Carlos González.