Sin duda, la composición de toda la liturgia de las horas de la fiesta de san Agustín reviste una singular importancia para la familia agustino-recoleta, que ha cultivado siempre la belleza musical en la liturgia, además de que el compositor ha tenido ya en cuenta los nuevos textos de la Liturgia Agustiniana de las Horas, recientemente aprobados por Congregación Romana para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.
Todas las antífonas e himnos están penetrados y transidos de la música gregoriana. En los salmos y cánticos late la polifonía nacida del gregoriano. La armonización magistral de todas las piezas nos muestran la riqueza de los modos gregorianos y la habilidad del compositor en el empleo y combinación de los mismos. Lo que decía santa Hildegarda de Bingen sobre la Regla de san Benito: que nada sobraba ni faltaba, puede aplicarse a la obra de Gambarte, en la que no falta ni sobra nota alguna.
Formación recoleta
En las casas de formación de los agustinos recoletos tradicionalmente se ha cultivado la formación musical, por lo que no sólo han salido de sus seminarios diestros intérpretes musicales, sino también destacados compositores, como Marcos Vega, actual director del “Orfeón Madrid”, e Isidro Gambarte.
Gambarte, natural del pueblo navarro de San Martín de Unx recuerda su entrada en el colegio que los Agustinos Recoletos tenían en Lodosa (Navarra): «En septiembre de 1944 ingresé en el colegio de Lodosa. El padre Alejandro Osés supo inyectarnos el amor a la música».
En etapas posteriores de la formación, a Gambarte, lo mismo que a otros músicos, la Orden les brindó la oportunidad de completar la formación musical. Siendo un joven estudiante de teología en Marcilla (Navarra), «nos envió la Orden a estudiar el canto Gregoriano, primero en Santo Domingo de Silos (Burgos), después en El Escorial (Madrid) y más tarde en Salamanca».
Al ser trasladado a Madrid tuvo la oportunidad de estudiar contrapunto y fuga con el profesor Francisco Calés Otero y composición con Cristóbal Halfter. Su profesor de Polifonía sacra fue el padre Samuel Rubio, agustino. En esta etapa obtuvo el premio extraordinario en contrapunto y fuga y composición. Después iría a Munich, Alemania, para estudiar con el profesor Günther Bialas. Poco después dejó la Orden de Agustinos Recoletos, se casó y consiguió el puesto de «Kirchenmusiker» en Grafing, cerca de Munich. «Conseguí el puesto, y así pudimos vivir en adelante de la música. Mi último puesto de trabajo fue en la parroquia de Sankt Oswald en Traunstein, donde vivimos. En esta iglesia celebraron su «Primiz» (su primera misa-cantada) los hermanos Ratzinger, Georg, el mayor, y Joseph, el actual Papa».
Gambarte siente un profundo agradecimiento a los Agustinos Recoletos a los que debe su formación: “Todo lo que sé, a la Orden se lo debo. Es pues mi obligación devolverle unas horas de mi trabajo. Os deseo mucha alegría al cantar estas antífonas y salmos en honor de san Agustín. Que Dios os dé buena voz”.
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