La jornada del sábado 25 de septiembre empezó muy temprano para la pequeña comunidad de monjas agustinas recoletas. Poco a poco fueron llegando los sacerdotes que participarían en la concelebración, las religiosas de algunas congregaciones presentes en la diócesis, los integrantes del coro, las alumnas del colegio anexo, un grupo de jóvenes vestidas con trajes típicos y numerosas personas invitadas que llenaron la iglesia.
A las nueve en punto comenzó la ceremonia de la dedicación y bendición del monasterio “San Agustín”, ubicado en la parroquia de Nakwamekwi, con la procesión de entrada. En la puerta del templo el obispo Harrington dio la bienvenida en inglés y en turkana. Seguidamente bendijo las dependencias del monasterio y a todo el pueblo reunido para la ocasión.
Antes de comenzar la eucaristía, la madre presidenta de la Federación de Monjas Agustinas Recoletas de México dio a conocer la Orden religiosa a la que pertenecen, cuál es su carisma y misión específica en la Iglesia, de qué nación proceden y el porqué de su presencia en la Diócesis de Lodwar.
Las lecturas fueron proclamadas en inglés, español y turkana. Después de leído el Evangelio, el agustino recoleto Alfredo Arambarri Olarte, asistente religioso de la federación de México, leyó el documento de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, mediante el cual concedió “la licencia para iniciar la fundación de un nuevo monasterio de monjas agustinas recoletas en la ciudad y diócesis de Lodwar, Kenya, con las siguientes monjas: sor Angelina M. Pérez Durán, sor M. Anita Ángel Avilés, sor Ana María Martínez Mata, sor Belén Josefina Ortiz Mondragón y sor Maricela González Escalona”.