El pasado 12 de octubre la plaza de Estollo (La Rioja, España) se convirtió en un auténtico hervidero de gente congregada para celebrar el centenario del nacimiento del agustino recoleto Serafín Prado (1910-1987). Además de los vecinos de la localidad llegaron religiosos procedentes de las comunidades agustino-recoletas de San Millán de la Cogolla (La Rioja), Monteagudo y Marcilla (Navarra). La celebración de la eucaristía estuvo presidida por el vicario de la diócesis. Junto a él concelebraron más de 20 sacerdotes. La misa terminó con el himno a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja. «Rosa de la montaña, Virgen de Valvanera, con un beso en los labios, viene La Rioja entera». Así comienza el himno que el agustino recoleto fray Serafín Prado de la Virgen de Valvanera dedicó a la patrona de esta región española.
Orador y estudioso
Destacó el padre Serafín por su oratoria y dedicación al estudio ya desde su ingreso en el colegio de San Millán de la Cogolla (La Rioja) en 1922. Siendo huérfano de padre, vivió en varias comunidades de la Orden hasta completar su formación. Después amplió sus estudios en la Universidad Gregoriana (Roma, Italia).
El destino le reservó una desagradable sorpresa. Estando en San Millán de la Cogolla el año 1931 la autoridad civil se presentó en el monasterio con la intención de llevarse la valiosa y conocida colección de marfiles a Madrid. Los vecinos aún recuerdan el ahínco con el que el padre Serafín defendió las arquetas para impedir su traslado a la capital.
Pero si algo llenaba su corazón era el amor a san Agustín y a la Orden de Agustinos Recoletos.
Serafín fue uno de los baluartes de San Millán para el reconocimiento como 'Cuna de la Lengua Castellana'. Historia y Lengua
Al estallar la Guerra Civil Española (1936-1939) se disolvió la comunidad de estudiantes de Marcilla (Navarra) y los religiosos fueron enviados a Filipinas y Venezuela. Serafín Prado llegó al país americano en marzo de 1940. Su didáctica y oratoria brillaron durante siete años hasta que los superiores lo destinan de nuevo a España, a San Millán de la Cogolla (La Rioja), para catalogar el archivo del monasterio. En 1965 publicó el catálogo de los 1.207 documentos que describen la Historia emilianense.
Serafín fue uno de los baluartes de San Millán para el reconocimiento como 'Cuna de la Lengua Castellana' y de tal forma pronunció su discurso en la solemne apertura del Año Emilianense celebrado en el Salón de los Reyes del monasterio de Yuso el 26 de septiembre de 1973 con el descubrimiento de una lápida en recuerdo de la Real Academia de la Lengua por el nacimiento del castellano en San Millán.
Placa conmemorativa en la casa donde nació. Maestro espiritual
El padre Serafín fue profesor de teología durante más de treinta años en el teologado de Marcilla (Navarra) y estuvo presente en momentos decisivos de la historia reciente de los Agustinos Recoletos. Después del Concilio Vaticano II, atendiendo al mandado de la Iglesia, participó activamente en la elaboración de las Constituciones en las cuales se define la identidad, espiritualidad y misión de la Orden de Agustinos Recoletos. El padre Serafín participó con su dedicación y sabiduría en la elaboración de muchos de los textos que han sido guía y estímulo para los religiosos de la Orden. El Capítulo General, que se celebra en Monachil (Granada), envió un mensaje de adhesión al homenaje de este insigne agustino recoleto.