Con motivo del nombramiento de monseñor Alejandro Castaño como obispo de Cartago se celebró una eucaristía, que contó con la presencia del nuncio de Su Santidad en Colombia, Aldo Cavalli, quien viajó el mismo día desde Bogotá con su secretario, unos veinte mitrados, entre obispos y arzobispos, y más de 150 sacerdotes de los presbiterios de varias diócesis, principalmente de Cali y Cartago, y de varias comunidades religiosas, de modo especial de agustinos recoletos.
También estuvieron presentes en la ceremonia, los seminaristas de la diócesis, religiosas y religiosos de varias comunidades, y un nutrido número de fieles procedentes de varias parroquias y pueblos de la diócesis, además de amigos y familiares de monseñor Alejandro.
Oración y recuerdo a monseñor José Calderón
Hacia las 10.15 a.m. comenzó la ceremonia, con un momento de oración de monseñor Alejandro ante la tumba de monseñor José Calderón, primer obispo de aquella diócesis. Después vino la procesión de entrada y el saludo inicial.
Monseñor Aldo Cavalli, Nuncio de Su Santidad, comenzó la celebración, y después de la lectura de la bula de nombramiento con una sencilla explicación, el obispo Castaño tomó la presidencia y continuó con la celebración.
El acto sirvió para sentir la comunión eclesial y para percibir el sentido de la obediencia, que, en representación de todos los estamentos sociales y eclesiales, algunas personas hicieron al darle el saludo al obispo.
En la homilía monseñor Alejandro destacó parte de su experiencia religiosa, sacerdotal y episcopal, citó a san Agustín cuando dijo que con sus fieles era cristiano y para sus fieles era obispo, se puso al frente de la diócesis con un sentido de servicio, invitó a todos para que con la oración y la cooperación se siga construyendo el Reino de Dios en Cartago.