La prelatura de Cametá, en la Amazonía oriental, tiene como misión principal el anuncio del Evangelio a los indios, los descendientes de los africanos y los ribereños y a todos los que no conocen a Jesús. Cuenta con 26 sacerdotes, 7 diáconos permanentes, 13 comunidades religiosas y, lo que es más importante, cientos de laicos comprometidos en sus 700 comunidades cristianas.
“La proclamación del Evangelio, sin embargo, como bien ha dicho el Papa Pablo VI en su encíclica Evangelli nuntiandi no es sólo para propagar el nombre de Jesucristo, sino también para promover el desarrollo social y económico de las personas que reciben la fe cristiana”, explica el obispo agustino recoleto. En este sentido, la prelatura del Cametá se esfuerza por apoyar y llevar a cabo proyectos religiosos y sociales que puedan traer mejores condiciones de vida de los más pobres de la región.
Aunque internacionalmente Brasil se está convirtiendo en una gran potencia económica, las regiones del noreste y de la Amazonia, debido a las dificultades geográficas y culturales, están sujetas a un proceso de lento desarrollo que conduce a la pobreza y acentúa las diferencias económicas entre ricos y pobres en el país.
Teniendo en cuenta esta realidad la prelatura se esfuerza en la creación de pequeños proyectos que generan ingresos y ayudan a proteger el medio ambiente. En este sentido, cuentan con la colaboración de la ONG de la orden de agustinos recoletos, Haren Alde y otras instituciones católicas como Samagna, Manos Unidas, Adveniat, CEI, Kirche in Not, Populorum progressio y distintas aportaciones voluntarias que contribuyen a la mejora de las condiciones humanas y sociales de Cametá.
Proyectos
Desde 2002, la ONG agustino-recoleta Haren Alde, apadrina a 150 niños pobres de la ciudad y el interior con una canasta de alimentos mensual gracias a los recursos económicos de los donantes de España y Río de Janeiro. También apoyan cursos y talleres sobre el cuidado de la salud a través de una trabajadora social, una nutricionista, y el voluntariado de los ACS (agentes comunitarios de salud).
Cuentan con la colaboración de la ong de la orden de agustinos recoletos Haren Alde y otras instituciones católicas. Junto a Cáritas de Brasil están defendiendo los derechos de la infancia, la adolescencia y la juventud, con un énfasis especial en la denuncia de la explotación sexual. Para ello trabajan en la aplicación de distintas políticas de promoción entre la población en riesgo de exclusión social.
Otros proyectos son el banco de los pobres, las microempresas, la reforestación y la construcción de viviendas.
El prelado agustino recoleto asegura que “los fondos obtenidos son pequeños, sin embargo, nos han permitido llevar a cabo diversas actividades sociales en favor de los más pobres”. La prelatura de Cametá no deja de preparar proyectos para conseguir financiación de las instituciones nacionales e internacionales con el único objeto de mejorar la vida de los que menos tienen en la región.