El día 24 de abril se celebra la conversión de san Agustín, el momento en que todas sus dudas e indecisiones se volatilizan ante el impacto de la Palabra de Dios y él toma la decisión de hacerse bautizar y vivir como monje. Es una fiesta especialmente querida por los agustinos recoletos, que tradicionalmente se han identificado con este Agustín de la escena del huerto de Milán. Y es también, a lo que parece, una fecha propicia para la convocatoria de congresos sobre la vida y obra del Santo.
Sus cartas de obispo
En Pavía, la ciudad del norte de Italia donde se conservan los restos del Obispo de Hipona, la Semana Agustiniana se viene convocando desde hace ya 44 años. La organiza la Universidad de Pavía, con la colaboración de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, de Milán, y el Instituto Patrístico Augustinianum de Roma. En ella participan eminentes expertos de talla internacional, que han ido repasando, año a año y obra a obra, la mayor parte de la producción agustiniana. Esta vez toca El epistolario de Agustín en el período de su episcopado. El Congreso tendrá lugar en San Pietro in Ciel d’Oro, junto a la tumba misma del Santo, y, lo mismo que otras veces, las ponencias se publicarán en el volumen correspondiente.
Educación
Unos días más tarde, el 2 de mayo, comienza en Valencia (España) la quinta edición del Congreso Internacional Educación Católica para el Siglo XXI. Dura hasta el día 4 y lo organiza la Universidad Católica de Valencia.
Si el tema de Pavía era más bien técnico, el de Valencia mira al mundo en que vivimos. Su título es muy significativo: La educación según San Agustín, una respuesta a la postmodernidad. Y el tema es amplio y complejo: no se reduce al ámbito escolar o académico, sino que incluye el campo de la predicación y realidades tan importantes como el lenguaje o el diálogo. Las ponencias corren a cargo sobre todo de profesores de la Facultad de Teología de la ciudad, aunque se cuenta también con especialistas venidos de Lovaina (Bélgica) y de distintos puntos de Italia.
A un nivel u otro, en el ámbito universitario o en la religiosidad popular, Agustín de Hipona continúa marcando nuestra cultura actual y respondiendo a los interrogantes que el hombre moderno se plantea.