Mario Molina ha pasado a la historia de la Orden de Agustinos Recoletos como el primer religioso que recibe el palio arzobispal de manos del Papa. El pasado 29 de junio, el Santo Padre impuso esta prenda simbólica al único arzobispo agustino recoleto, que desarrolla su misión en la región guatemalteca de Los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán. Tal y como explicó el propio Benedicto XVI, el palio arzobispal “pone de relieve la íntima comunión de los pastores con el sucesor de Pedro y el profundo vínculo que nos liga a la tradición apostólica”.
Una Ventana al Mundo