“En Cajamarca no dejamos de orar por la justicia y la paz”, explicaba el obispo agustino recoleto de Cajamarca a la página oficial de la Orden de Agustinos Recoletos. “Desde el mes de octubre de 2011 y hasta mediados de diciembre del mismo año, en plena huelga general indefinida en Cajamarca, yo mismo –acompañado por otro sacerdote- tuvimos la oportunidad de orar por la paz en Cajamarca y dialogar con muchas personas y comunidades de toda la diócesis aprovechando la campaña de confirmaciones”.
El obispo Martínez Lázaro recuerda también haber presidido en la iglesia de los franciscanos una eucaristía por la paz, la vida y la justicia en Cajamarca. “Fue en noviembre, en plena crisis, y fue multitudinaria. Hubo abundante participación de sacerdotes y los fieles abarrotaron el templo”.
Junto con el obispo de Chota, el también agustino recoleto Fortunato Pablo, y acompañado de numerosos sacerdotes, religiosas y fieles de la diócesis de Cajamarca, presidió la procesión del Corpus Christi por la plaza de Armas y dedicó la misa en la catedral a la paz y la justicia en Cajamarca.
Monseñor Martínez Lázaro se ha unido a diferentes campañas, pronunciamientos y actos convocados por distintas parroquias e instituciones, especialmente los de la Conferencia Episcopal Peruana, “buscando este ansiado fin”. También ha escrito y ha declarado en repetidas ocasiones y a todo el que le ha querido escuchar y leer que “el diálogo es la única solución al conflicto minero”.
Oración interreligiosa
El nuevo presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez Mayor (tercer presidente desde que se iniciara el conflicto minero hace apenas un año) participó el pasado 24 de julio en la “Cadena Interreligiosa de Oración por el Diálogo y la Paz” que tuvo lugar en el atrio de la Basílica de San Francisco, en el centro de Lima, para orar por la paz en Cajamarca. En el acto, el jefe del gabinete invitó a los peruanos a meditar sobre el diálogo, la paz, la tolerancia y el respeto, según recogen los diarios y agencias de prensa del país andino.
En la ceremonia también estuvieron monseñor Miguel Cabrejos y el padre Gastón Garatea, los dos facilitadores del diálogo entre las partes enfrentadas (gobierno central y gobierno regional) que había sugerido el obispo de Cajamarca, .
En fin, también asistían el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Salvador Piñeiro; el representante de la Asociación Judía del Perú (AJP), rabino Guillermo Bronstein; el vicepresidente del Concilio Nacional Evangélico del Perú (Conep), Jorge Bravo; el obispo de la Iglesia Anglicana del Perú, William Godfrey, y el presidente de la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú (Unicep), Manuel Gutiérrez.