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La gran familia española de las JAR se reúne en Sevilla para celebrar su Festival Nacional de la Canción

Bajo el lema «Somos una familia, ¿te unes?», el fin de semana del 2 al 4 de noviembre, Sevilla acogía la celebración del XVIII Festival de la Canción JOVEN agustino recoleta. Participaron en el mismo cientos de adolescentes y jóvenes procedentes de los colegios y centros pastorales que la Provincia de Santo Tomás de Villanueva impulsa en el País Vasco (San Sebastián), Madrid, Castilla La Mancha (Guadalajara) y Andalucía (Granada, Motril y Sevilla).

El encuentro comenzaba con la llegada de los participantes al barrio de Triana en Sevilla, donde se encontraba la sede del festival. Tras la cena y la presentación, hubo tiempo para un primer momento de oración compartida. A la mañana siguiente se estructuraron diversos talleres temáticos por los cuales deberían pasar los diferentes grupos. Se trataba, especialmente, de talleres de voluntariado en diversos centros sociales de la ciudad. Fue, también, tiempo para los últimos ensayos de todos los grupos que habían preparado alguna canción.

Por ser una de las primeras actividades que organiza el Secretariado de Pastoral Juvenil y Vocacional, el festival supone cada año el arranque conjunto de todos los núcleos locales pastorales en España. Durante las últimas semanas se han iniciado los grupos de catequesis y otras actividades, pero es el festival el que termina de «encender la mecha».

Festival

Con un ligero retraso sobre la hora prevista, hacia las 17:30, daba inicio el festival musical, con 12 canciones previstas y muchas sorpresas por delante. Finalmente, fue una de las canciones del Colegio Santo Tomás de Villanueva de Granada la que se alzó con la victoria. Tras la cena llegaba el momento de la celebración de la Vigilia-Eucaristía, que ponía fin a una intensa jornada. La mañana del domingo estaba estructurada, también, en varios momentos, destacando la gymkhana urbana por la ciudad, con la que se pretendía conocer sus lugares más pintorescos y representativos. Hacia el mediodía llegaba el turno de la comida y de las despedidas, dándose por concluida esta nueva cita con la música, la oración y la amistad.

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