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Chota festeja sus 50 años como iglesia particular, bajo el cuidado de los agustinos recoletos

El día 7 de abril de 1963 la Santa Sede erigía en la provincia peruana de Cajamarca la prelatura territorial de Chota, que desde el primer momento era encomendada a los agustinos recoletos. Ahora se cumplen 50 años y los recoletos siguen presentes allí. Recoleto es su actual obispo, monseñor Fortunato Pablo, que recibía a finales de enero el máximo galardón de la Conferencia Episcopal Peruana, la medalla de Santo Toribio de Mogrovejo.

Preparativos y vísperas

La entrega de esa distinción tenía lugar en Lima, pero la gran celebración estaba reservada para la ciudad de Chota el domingo 14 de abril. Previamente, el día 9, la Prelatura presentaba el libro 1963-2013. Prelatura de Chota. 50 años. Bodas de Oro; y el 12 se procedió al embanderamiento de toda la ciudad y al arreglo de casas, tras de lo cual se inauguró en el obispado una exposición fotográfica resumen de este medio siglo de historia.

La víspera del gran día tuvo lugar la recepción de las distintas delegaciones parroquiales de la Prelatura. En el coliseo del Pedagógico de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, asistieron a una conferencia de monseñor Emiliano Cisneros, agustino recoleto obispo de Chachapoyas, que antes lo fue de Chota. Y la jornada se cerró, ya a la noche, con actuaciones musicales y fuegos artificiales.

Eucaristía central

Haren Monseñor Fortunato presenta los dones El día central, 14 de abril, se inició con el pasacalles desde la Catedral hasta la plaza de toros, donde se iba a celebrar la eucaristía. Al compás de distintas bandas de música, todas las delegaciones fueron caminando hacia el lugar preparado. La afluencia fue masiva. Todo estaba bellamente engalanado. Los sacerdotes rondaban la centena. Seis obispos; entre ellos, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho, y los tres recoletos: el de Cajamarca, Carmelo Martínez, el de Chachapoyas, Emiliano Cisneros, y el propio de Chota, monseñor Fortunato Pablo, que presidía. En el ruedo, además de los concelebrantes, estaban acomodados las autoridades, miembros de las congregaciones que laboran en la Prelatura y representantes de los distintos grupos eclesiales.

La Palabra fue presentado por jóvenes de Cochabamba, al ritmo de una bella danza. También los dones acapararon la atención de la gente. En la homilía, monseñor Fortunato, ante todo, invitó a la acción de gracias con el salmo 117: Dad gracias al Señor porque es bueno. Hubo mucha participación a la hora de recibir la comunión. Y, al finalizar, las autoridades municipales de Chota entregaron medallas a los obispos y a varias instituciones de Iglesia.

Fue admirable la organización del pueblo chotano, tanto para recibir a los visitantes en sus casas, como para distribuir el almuerzo a cuantos participaban.

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