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Los agustinos recoletos en Filipinas celebran la fiesta de san Agustín con una campaña de solidaridad

Los agustinos recoletos, por medio de la provincia de San Ezequiel Moreno y su Comisión de Asuntos Sociales y Ecológicos, están impulsando toda una serie de operaciones de ayuda a las víctimas del tifón “Maring”, que ha causado lluvias torrenciales e inundaciones masivas en varias áreas del entorno metropolitano de Manila y en varias provincias de la Isla de Luzón, al Norte del Archipiélago. Llegan casi al millón las personas afectadas por esta calamidad. Entre las áreas más duramente castigadas está la provincia de Cavite, donde la Orden posee un colegio: el Colegio de San Sebastián, en la ciudad de Cavite. En dicho colegio son unos 80 los estudiantes y 17 los profesores gravemente afectados.

Campaña “Un solo corazón”

La Comisión está alentando a las comunidades recoletas de Filipinas a que compartan lo propio con las víctimas. En un principio, promovió la campaña Piso ng Puso (Un peso desde el fondo del corazón), que consistía en distribuir botellas recicladas para usarlas como alcancías. Todas las clases de los colegios y universidades recoletas de Filipinas cuentan ya con huchas de este estilo. El importe se invertirá en latas de conservas, pasta, arroz y comida para las víctimas.

Junto con esto, también hay instalados puntos de recogida de alimentos y bienes de primera necesidad en las comunidades de San Sebastián de Manila, San Sebastián de Cavite, Casa de San Ezequiel Moreno o Provincialato, parroquia de Nuestra Señora de la Paz y el Buen Viaje de Tondo, el Centro de Formación (que cuenta en su área con 256 familias afectadas) y la casa de Santa Rita de Manila, Curia General de las Hermanas Agustinas Recoletas de Filipinas.

Hasta el momento, los agustinos recoletos han reunido unas 50 cajas de sardinas, 70 cajas de pasta y numerosos sacos de arroz. Incluso les han llegado, desde Taiwán, varias paquetes enviadas por sus hermanos de hábito. Entre las propias comunidades recoletas han abierto una suscripción de donativos por valor de 100.000 pesos filipinos (=175 €), que está empezando a dar sus frutos. Sin contar con que estas comunidades también colaboran con otros organismos benéficos, como Cáritas de Manila.

Exhortación del Prior Provincial

En varios mensajes dirigidos a sus religiosos, fray Lauro Lárlar, prior provincial de Filipinas, ha hecho vibrantes llamadas a la reflexión y la solidaridad: “Hagamos nuestras –dice en uno de sus comunicados las penas y las angustias de las víctimas de las inundaciones”.

Abiertamente plantea a los religiosos los interrogantes fundamentales que un desastre como éste les suscita: “Impresionados por la creciente pobreza material de nuestra gente y avergonzados por la descarada corrupción existente en muchos sectores del Gobierno, nos cuestionamos sobre la repercusión de nuestros votos en la gente que sufre. ¿Cómo religiosos y como comunidad, somos testimonio vivo de rechazo de la corrupción (pobreza), de servicio abnegado (obediencia) y de caridad Sinaímites (castidad)? ¿Nuestra vida consagrada nos convierte en servidores con las mismas actitudes de Jesús, pobre, casto y obediente?”.

Y, en fin, Lárlar convoca a los agustinos recoletos a un acto comunitario de solidaridad, concretando su llamamiento en dos puntos: “reunir toda nuestra comunidad con el objeto de rezar por y en nombre de las víctimas; e involucrar a nuestras instituciones, religiosos, colaboradores, estudiantes, jóvenes, organizaciones parroquiales y personal en general, para llevar a cabo actividades significativas que proporcionen ayuda a las víctimas del tifón”.

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