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Las JAR de Centroamérica piden a los religiosos más formación sobre san Agustín y la Orden

El III Taller JAR, que da continuidad a los realizados en Dominicana en 2011 y Panamá en 2013, se realizó en la ciudad de Guatemala del 9 al 12 de enero. Asistieron alrededor de 170 jóvenes del país anfitrión, de Panamá y República Dominicana. Se contó con la participación de varios religiosos de Costa Rica (Provincia San Nicolás de Tolentino) y de una religiosa de las Misioneras Agustinas Recoletas (MAR). Hugo Sánchez, vicario de las comunidades de la provincia de Santo Tomás en Venezuela y miembro de la comisión encargada de elaborar el Manual JAR, presentó lo esencial del Movimiento, sus características principales, el cómo ha de ser un joven JAR y el cómo funciona a grandes rasgos. En este último espacio, los jóvenes aprovecharon para presentarle sus inquietudes sobre la implantación y el funcionamiento de las JAR.

Los religiosos presentes en el III Taller se vieron sorprendidos por la demanda de una mayor formación agustiniana y sobre el carisma de la Orden, que los jóvenes solicitaron para comprometerse con el itinerario JAR y poder ser más agustinos recoletos.

Todos los grupos de trabajo de los tres países participantes presentaron con tal contundencia este reclamo que el propio Vicario -el superior de la Orden en Centroamérica, Miguel Ángel Ciáurriz- pidió la palabra para asegurar a los jóvenes que los religiosos responsables de la pastoral juvenil tomaban nota de esta exigencia; y aprovechó también para pedir perdón por no haber sabido satisfacerla suficientemente hasta el momento.

Camino de felicidad

Haren Sesión inaugural La misa de bienvenida fue presidida por el propio Ciáurriz en la parroquia de San Judas Tadeo. Comentando el evangelio del día, resaltó que, al igual que Jesús, también los jóvenes agustinos recoletos deben sentirse convocados y ungidos por Dios para anunciar una buena noticia al mundo: la de que el camino agustiniano es un camino de felicidad, para encontrarse con Dios y vivir como auténticos seguidores de Jesús. Las ofrendas en esta misa fueron todas de símbolos agustinianos y de JAR. Con la cruz, el corazón JAR y el escudo de la Orden los jóvenes expresaron su deseo de ser parte del itinerario agustino recoleto.

En el centro para retiros y convivencias Casa del Peregrino, a las afueras de la ciudad de Guatemala, se concluyó la primera jornada de este taller y se completaron las dos restantes.

Antes del descanso nocturno, se disfrutó de un tiempo festivo con música y la presentación de las experiencias JAR de las distintas comunidades y ministerios de Guatemala, Panamá y República Dominicana. Lamentablemente no alcanzó el tiempo para conocer las experiencias de todos, porque era necesario descansar para comenzar con energías el fuerte trabajo que esperaba en la segunda jornada.

Camino de oración

En la segunda jornada, el Vicario dedicó unos minutos a hablar a los jóvenes sobre el papel y la importancia que san Agustín da a la oración. Insistió Ciáurriz en que un joven agustino recoleto, que quiere hacer suyo el camino de santidad al estilo del Santo de Hipona, debe ser también hombre de profunda oración.

Fray Ismael Xuruc, responsable de JAR en el equipo de la Orden, mostró cómo aplicar de manera concreta los cinco pilares en los que se sustenta el itinerario JAR. Insistió a los jóvenes en que un joven JAR debe ser orante, comunitario, misionero, mariano y agustiniano. Cada grupo analizó su propia situación. Las conclusiones de esta evaluación facilitaron el trabajo de programación para el año 2014.

Sorpresa y solidez

Hay que resaltar la presencia de un grupo que no pertenece a ningún ministerio agustino recoleto de Guatemala y que lleva veinticinco años sintiéndose y siendo grupo JAR. Son jóvenes que hace un cuarto de siglo, acompañados en sus inicios por un sacerdote diocesano con el que colaboraban los religiosos del seminario, han mantenido viva su identidad agustiniana. Se sienten agustinos recoletos y demandan también un mayor acompañamiento de parte de los religiosos.

Es de justicia destacar la buena acogida ofrecida por los anfitriones, que ha facilitado que desde el principio todos los jóvenes se sintieran hermanos y amigos al más puro estilo agustiniano, así como el despliegue de atenciones dispensadas para que toda la logística del taller funcionase a la perfección.

La opción de la Orden por consolidar el itinerario JAR como propuesta de pastoral juvenil, se afianza en Centroamérica gracias al esfuerzo de los religiosos pertenecientes a distintas provincias.

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