El curso estuvo a cargo de dos miembros del Equipo de Revitalización de la OAR: Carlos María Domínguez y Jairo Orlando Soto Moreno. Participaron en él 33 personas provenientes de Colombia, Perú, Venezuela y de diferentes comunidades de Argentina. Del mismo modo se hicieron presentes las Misioneras Agustinas Recoletas, hermanos de la Fraternidad Seglar y jóvenes de las JAR.
Se compartieron experiencias muy buenas y alentadoras sobre la repercusión que están teniendo estos ejercicios y talleres de oración en las diferentes comunidades. También los jóvenes pusieron de manifiesto la riqueza espiritual de este material para las JAR, así como las dificultades y cosas a mejorar en orden a un mayor provecho.
Cada uno de los días del Curso se completaba con algunos ratos de oración personal, la liturgia de las horas, la celebración de la Eucaristía, la lectio divina y el taller de oración agustiniana, preparado cada día por un grupo de religiosos y laicos de los diferentes países.
Curso centrado en la formación
A partir del día 1 de marzo comenzó la formación propiamente dicha. Este tercer encuentro de multiplicadores tuvo la particularidad de estar centrado en la formación.
La primera charla estuvo dedicada al discernimiento en san Agustín, dado que el tema del discernimiento es el que centra la reflexión de toda la Orden en este año 2016.
Otro tema importante fue el del acompañamiento, insistiendo en que el multiplicador o director de ejercicios es mucho más que un mero charlista o conferenciante; debe acompañar a los hermanos que, en ese tiempo de reflexión y de gracia que son los ejercicios, se sienten a cambiar el rumbo de su vida. Como complemento a este punto, Carlos Mª Domínguez diseñó toda una teoría y una pedagogía del acompañamiento.
Los ejercicios espirituales de San Agustín en la vida cotidiana
También se presentó otra de las iniciativas del Rquipo de Revitalización: los ejercicios agustinianos en la vida cotidiana. Fue recibido con mucha ilusión el material preparado, que contiene un método de oración agustiniana para cada día durante todo un año. Y se insistió en que no es lo mismo que los talleres de oración. Estos ejercicios están pensados para que cada uno, desde su lugar y su vida de cada día, pueda tener una oración marcada por la espiritualidad agustiniana.
El último día fue dedicado a la evaluación del Encuentro. Se dieron las últimas pautas para la puesta en marcha de estos talleres, oraciones y ejercicios, finalizando con la celebración de la Eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de Luján, patrona de la República Argentina y templo jubilar para este Año de la Misericordia.