Los jubileos se vienen celebrando en la Iglesia hace más de 700 años. De ordinario han tenido como sede la ciudad de Roma y ocurren cada 25 o 50 años. El Año Jubilar en que estamos, Año Santo de la Misericordia, es atípico por varios conceptos, entre otros por no celebrarse sólo en Roma. El papa Francisco ha querido que cada diócesis del mundo pueda tener su centro jubilar propio, su propia Puerta de la Misericordia; puerta o puertas, según decisión de cada obispo.
Se ha formado así una amplia red mundial de templos jubilares, catedralicios o no. Muchos de ellos, por razones de actualidad o de historia, tienen que ver con los agustinos recoletos. Los vamos presentando por países. Hoy lo hacemos con Colombia.
Casanare
En el caso de Colombia, son seis los templos “recoletos” designados por los respectivos obispos. Ninguno tiene la categoría de catedral, y tres están agrupados en el Departamento de Casanare.
La parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Manare, situada en Paz de Ariporo, es el santuario de la patrona de la región. Allí peregrinan fieles de toda la zona e incluso de Venezuela. El templo actual es el segundo, que reemplaza a la capilla construida en 1954, un año después de la creación del municipio. Desde el primer momento, la parroquia de Paz de Ariporo fue encomendada a los agustinos recoletos. Pertenece a la diócesis de Yopal.
Los otros dos templos jubilares de Casanare se encuentran en la otra jurisdicción eclesiástica del Departamento: el Vicariato Apostólico de Trinidad, cuyo obispo actual es el agustino recoleto Héctor Javier Pizarro Acevedo. Uno es la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, de Orocué. El segundo es la parroquia de la Inmaculada Concepción, de Trinidad. Ambas parroquias están servidas por agustinos recoletos, y de la misma Orden son 8 de los 15 sacerdotes del Vicariato.
Los conventos históricos
Los agustinos recoletos poseen en Colombia tres de sus casas más antiguas. Las dos que se encuentran fuera de Bogotá son santuarios importantes en su respectivo entorno; de ahí que se hayan escogido como emplazamiento de puertas santas.
El Desierto de la Candelaria, cerca de Ráquira (Boyacá), se construyó en 1597 y es la cuna de la Recolección americana, que aquí nació el año 1604. Ha sido y es también centro de irradiación del culto a la Virgen de la Candelaria en todo el Departamento. De ahí que el obispo de Chiquinquirá haya elegido su iglesia como templo jubilar para la diócesis.
Al norte, en la costa atlántica, se encuentra la arquidiócesis de Cartagena, con sede en Cartagena de Indias. Sobre el cerro de La Popa, que domina la ciudad colonial y turística por excelencia de Colombia, se encuentra el convento de Santa Cruz, construido por los agustinos recoletos en 1607. La Popa ha sido siempre meta de peregrinaciones y romerías, y hoy es para el turista lugar de visita obligada. Su iglesia, dedicada a la Virgen de la Candelaria, tenía que ser también centro jubilar de la Arquidiócesis.
Bucaramanga
Más en concreto, en Floridablanca, una de las poblaciones que forman el área metropolitana de Bucaramanga, la quinta aglomeración más populosa del país.
Es la capital del Departamento de Santander, en la parte nororiental de Colombia, a 384 km de Bogotá. Los agustinos recoletos están allí presentes desde 1967; el próximo año cumplirán sus Bodas de Oro con la ciudad. Su servicio a la sociedad santanderiana la llevan a cabo por medio del Colegio Agustiniano y la parroquia de San Agustín. Esta última fue construida en 1970 y llama la atención por su ubicación privilegiada y su estética innovadora. El Obispo de Bucaramanga ha querido establecer aquí una Puerta de la Misericordia de aires claramente modernos y juveniles.