El pasado 14 de junio, el Prior general, Miguel Miró Miró, firmaba un oficio dirigido a todos los religiosos de la Orden en el que pedía oraciones para el próximo Capítulo general recordando que éste Capítulo es una ocasión eclesial de “renovación, comunión y discernimiento” que nos debe hacer sentir como propia la vida y misión de la Orden.
Durante el próximo Capítulo general, que se celebrará en octubre de 2016, se examinará el estado de la Orden y la actuación del Gobierno general durante el sexenio que concluye. Además —dice el Prior general— será un momento “para promover la unión de todos los hermanos y las provincias para el bien común” y una gran oportunidad para que el carisma “se exprese con más vigor y dinamismo en nuestra vida y en nuestra misión”.
Caminando hacia el Capítulo general
La preparación para el Capítulo General requiere de una implicación por parte de todos los hermanos de la Orden. Por ello se envió a todos los religiosos el Informe del Prior general sobre el estado de la Orden, se eligió a los delegados al Capítulo general, se eligió también la Comisión precapitular. Además, esta Comisión, después de recibir y valorar las sugerencias de los religiosos, ha entregado al Consejo general el “instrumentum laboris”, documento de trabajo que ayudará a guiar el Capítulo.
La reestructuración y revitalización de la Orden es uno de los temas importantes que tratará el Capítulo, y por este motivo se ha dado a conocer a todos los religiosos el respaldo a las distintas propuestas de reestructuración, y se ha nombrado un equipo para realizar el estudio jurídico de estas propuestas.
El Prior general ha recordado que este “itinerario capitular es un camino de conversión personal, comunitaria y pastoral”.
La revitalización y reestructuración de la OAR
Tras el 54º Capítulo general se comenzó un proceso de revitalización desde la identidad carismática de la Orden con el fin de cumplir mejor con la misión evangelizadora de la misma, y el Prior general recuerda que, para que esta revitalización pueda culminar, “es necesario que haya coherencia” entre lo que se dice y lo que se hace. Y, por otra parte, afirma que, tras las visitas que ha realizado durante estos meses a todas las comunidades, ha visto la necesidad que tiene la Orden de “una mayor comunicación, de escucha y de diálogo, de búsqueda en común y de valorar lo que hace el otro”.
El Capítulo general, dice Miguel Miró, es para todos “un proceso de apertura, responsabilidad y disponibilidad”. Y añade que la reestructuración es necesaria por la falta de vocaciones y la disminución de miembros en las diferentes comunidades y provincias, y éstas y la Orden no pueden conformarse con el mero hecho de “subsistir”. Recuerda también que ante el proceso de reestructuración, en el que puede haber ciertas discrepancias, es necesario sobre todo “estar unidos en oración”.
Oración por el Capítulo
A partir del 1 de Julio, se pide que, en la celebración de laudes o vísperas, todas las comunidades de la Orden recen una oración por los frutos del Capítulo. Y va más allá, extendiendo está petición a las monjas agustinas recoletas y a toda la familia recoleta, en la que se incluyen las fraternidades seglares y las JAR y aun los mismos fieles.
HAZ, SEÑOR:
que el Jubileo Extraordinario de la Misericordia
inaugure en nuestra Orden un tiempo nuevo;
que se abra para nosotros la Puerta de tu Gracia,
y no cesemos de admirar
el horizonte inmenso de la esperanza;
que en la reestructuración no veamos
montañas que cierran el paso,
sino la oportunidad de explorar, llevados de tu mano,
rutas nuevas y maravillosas.
Prepáranos
para el próximo Capítulo General.
Haznos
dignos de nuestra historia,
de nuestros santos.
Danos
confianza sólo en ti;
una vida personal transida de tu Misericordia.
Danos
vida de comunidad,
cimentada en la Misericordia hacia los hermanos.
Danos
generosidad, discernimiento y acierto
para entregarnos a la misión común
de contagiar tu Misericordia.
Danos lo que mandas
y manda lo que quieras,
que toda nuestra esperanza
está en tu gran Misericordia