El pasado 17 de julio daba comienzo el XII Capitulo General de las Misioneras Agustinas Recoletas. Bajo el lema «Muéstranos Señor tus caminos» hermanas de diversas partes del mundo se daban cita en la casa madre en Monteagudo (Navarra) para llevar a cabo este capítulo general.
Comenzaron con tres días de retiro en los que guiadas por la presencia del Espíritu y asesoradas por el Fr. Rafael Mediavilla, OAR, las hermanas oraron con el fin de pedir por los frutos del capítulo en disposición de una verdades acción del Espíritu Santo. Durante estos días de retiro en silencio se dio importancia a un verdadero encuentro personal con el Señor, la oración y la reflexión personal.
Buscar la voluntad de Dios
El sábado 22 de julio, festividad de Santa María Magdalena, tras una meditación sobre el evangelio del día, Fr. Miguel Miró, prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, celebró la eucaristía, quien invitó a escuchar atentamente a la hermana pero también a hablar desde el corazón y sin miedos, buscando la voluntad de Dios y como Magdalena no buscar a Jesús muerto sino vivo y así ser testigos que llevan a otros la Buena Noticia, a todos y todas las que esperan con ilusión las noticias que las hermanas puedan llevarles una vez termine el XII Capítulo General. Además ofreció a las hermanas una serie de elementos prácticos para el discernimiento capitular.
Presentación del informe económico
La hermana Marisa Martínez, presentó el informe económico. Aclaró conceptos referentes al patrimonio estable de la Congregación y recordó que durante el sexenio se ofreció un programa sencillo de Excel para la presentación de los informes económicos de las Jurisdicciones, y otro que podría resultar de utilidad para la presentación de las cuentas de las comunidades locales, con el fin de facilitar y agilizar este tipo de operaciones y por el buen funcionamiento de esta parte.
Presentación de los informes de las provincias
Por la tarde del mismo sábado la Hna. Marina García superiora provincial, presentó el informe de la provincia Nuestra Señora de la Consolación, en el cual hizo la descripción de la situación política, económica y religiosa de España, Ecuador, México y China, que son los países que conforman la provincia.
También compartió la vida de las comunidades en cada uno de estos países desde la vivencia del carisma como Misioneras Agustinas Recoletas, la formación y la pastoral vocacional. Por último con alegría y agradecimiento a Dios y a todos los colaboradores dio a conocer toda la gestión de la remodelación de la casa de Monteagudo.
Oración por el XII Capítulo General de las Misioneras Agustinas Recoletas
Señor Jesús, te alabamos y te bendecimos porque ante la celebración del próximo capítulo general nos recuerdas que tú eres el centro de nuestra vida y nos invitas hoy, nuevamente, a seguirte.
Concédenos tu Espíritu para que, inundadas de tus dones, podamos discernir tu voluntad en los tiempos que nos toca vivir, descubriendo así las huellas de tu paso amoroso por nuestra historia congregacional.
Muéstranos tus caminos y endereza nuestras sendas para que podamos llegar hasta ti que eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Muéstranos tus caminos, para que podamos retomar el seguimiento radical de nuestra vida consagrada y poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión misionera, que nos permita volver a la fuente de la que nacimos y recobrar el impulso que desde el principio nos caracterizó.
Que nos permitan ser la comunidad fraterna y misionera que al soplo de tu Espíritu encarnaste en nuestro carisma.
Caminos de más fraternidad y solidaridad entre nosotras y con los pobres, a fin de hacer visible plenamente el don de la comunión.
Caminos de interioridad donde todas tengamos el espacio para una profunda experiencia de Dios, que pueda ser compartida, acompañada y difundida entre las personas que nos rodean y a quienes dirigimos tu mensaje.
Caminos donde la formación inicial y permanente sean una misma cosa; queremos todas avanzar hacia una formación que nos ayude a conocerte y amarte más, a mirar al hombre de nuestro tiempo sin recelos e interactuar críticamente ante la realidad que nos rodea, en defensa siempre de la vida y al servicio de la Iglesia.
Que tu Palabra sea siempre camino de contemplación de tu Misterio, que transforme nuestra vida, confronte nuestras actitudes y nos lance con tu Espíritu por los caminos del Evangelio y la Misión. Amén.