Una sopa se convirtió en el manjar que en días de dificultades comieron con especial satisfacción más de 150 personas en las parroquias Nuestra Señora de la Consolación y Sagrado Corazón de Jesús pertenecientes al municipio Iribarren de Barquisimeto, estado Lara. La mayoría eran niños con sus madres, pero también asistieron abuelas con sus nietos.
A través de la pastoral de la salud se concretó esta iniciativa que se viene impulsando desde el mes de julio del año 2017, una actividad dirigida por el movimiento de Matrimonios con Cristo con el apoyo de todos los grupos parroquiales.
Se conoció que con esta obra social se beneficia a cuatro comunidades atendidas por los frailes agustinos recoletos: Yacural, Alto de las flores, Fundalara y La Lagunita. Según los organizadores, se realiza una olla mensual en cada comunidad, es decir, cuatro en total al mes distribuidos un sábado al mes en cada comunidad.
“Todas las semanas la Olla Comunitaria se hace con colaboración, colaboración de personas que ayudan con los ingredientes y todo lo que se necesita para llevar a cabo la actividad. La idea es seguir creciendo con las colaboraciones, el equipo, las donaciones a fin de poder llegar a otras comunidades que no dependan de esta parroquia en específico pero que estén necesitadas”, adelantó María Andreina Herrera quien lidera este proyecto junto a su esposo.
Olla Comunitaria: Alimento para el alma
La olla de alrededor 80 litros comenzó a prepararse a las 9 am y a las 12 se repartió entre los comensales, personas que han enflaquecido y han sido golpeadas por la falta de alimentos en Venezuela.
La iniciativa, impulsada por nuestra familia agustino recoleta y la parroquia que dirige fray José Luis Uruñuela, se ha venido replicando en la zona y se busca expandir de una olla solidaria mensual a dos para saciar el hambre de los más necesitados.
Algunos especialistas señalan que en esos sectores hay quienes ya no consumen proteínas… La carne, el pollo y el pescado han desaparecido de sus dietas.
“80% de la población es tercera edad… Hay una baja de la masa muscular, pérdida de peso bastante importante. Hemoglobinas bajas, anemia de 10, de 9… La alimentación no es la más ideal ni es una alimentación sana ni balanceada. Cuando hago el interrogatorio, no están consumiendo carne, a lo sumo una vez al mes en estas sopas que se hacen. El tomate tampoco lo consumen, frutas tampoco, lo único que consumen es el cambur. En realidad, hay muchas carencias. Solo arroz, pastas y yuca es lo que aquí comen”, así lo detectó la Doctora Liseth Pinto, quien lleva más de 5 años ofreciendo sus servicios en la comunidad.
Algunos beneficiados dependen mucho de esta obra social, tal es el caso del señor José Gregorio Torres quien indicó que en varias oportunidades ha dejado de desayunar… Solo el café y el agua se convierten en su sustento matinal.
“Ahorita hay mucha hambre acá… Dios quiera que esto se acomode, que el señor Jesús se apiade de nosotros, a veces la gente no come, la comida es muy cara… Uno se bandea es con la sopita”, expresó con una mirada rebosada de esperanza.
Sin duda, la gente es la protagonista de la Olla Comunitaria. Cada uno colabora con lo poco que tiene. El servicio al prójimo, predomina. Es un encuentro organizado en el que cada quien pone sus talentos al servicio del otro.