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Mons. Jesús Mª Cizaurre: «En nuestra diócesis de Bragança do Pará la prioridad en la promoción humana es la concienciación de la gente sobre sus derechos»

Jesús María Cizaurre, navarro de 65 años de edad, agustino recoleto y actual obispo de la Diócesis de Bragança do Pará, al norte de Brasil, es un buen conocedor de la realidad amazónica. Antes de servir en esta diócesis, lo hizo durante 16 años como prelado de Cametá, también dentro del ámbito amazónico y la desembocadura del río más caudaloso del mundo y de la selva virgen pulmón del planeta. 
En una reciente visita a España, ha pasado por la sede central de la ONGD de la Familia Agustino-Recoleta, Haren Alde, ONG integrada dentro de la red ARCORES, con la que ha llevado a cabo numerosos proyectos en los últimos años.Todos ellos proyectos de promoción humana, defensa de la vida, formación de líderes, atención a la salud infantil o producción para la economía familiar contra la pobreza y la destrucción del medio ambiente. También ha organizado apadrinamientos para promoción de los estudios y el futuro de los más pequeños.

“La promoción humana es consustancial a la evangelización y en nuestra diócesis de Bragança do Pará la prioridad en la promoción humana es la concienciación de la gente sobre sus derechos”, ha indicado sobre su labor actual desde la dimensión social de su servicio episcopal.

La búsqueda de alternativas a la precariedad laboral y el trabajo informal, a la falta de dignidad en las viviendas, a la violencia intrafamiliar y social, a la promoción de la salud y de la higiene son los principales retos sobre proyectos sociales encima de la mesa del obispo recoleto.

La atención a los más pequeños también es importante; Cizaurre por ello ha sostenido y promovido proyectos que implican la oferta de refuerzo escolar, ocio saludable y formación en derechos, como forma práctica de superar contextos de gran violencia social y continuos atropellos a los derechos humanos.

Cizaurre participa, como otros obispos agustinos recoletos en la región, de la Red Eclesial Panamazónica(REPAM). “Esta red es importante para la defensa de los derechos humanos en nuestra tierra, donde viven dos millones de personas que a ojos de las autoridades brasileñas y de las empresas solo es un lugar del que extraerriquezas naturales o poner en marcha vastas explotaciones agroindustriales, que dañan la tierra y expulsan a los pobladores”.

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