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La unión hace la fuerza

Fr. Javier Acero habla en este artículo de la red EDUCAR y la necesidad de que toda la Orden de Agustinos Recoletos trabaje unida en el ámbito educativo

Fue en el año 2014, en el mes de octubre, y en la ciudad de Santiago de Querétaro donde se convocó el primer EDUCAR. Si bien, en la mente se agolpan recuerdos de aquellos preparativos con las videoconferencias, los trabajos, el horario de esos días también recuerdo la ilusión de encontrarnos religiosos que unidos por el amor a la educación necesitábamos compartir sobre la aplicación del Proyecto Educativo Institucional.

En ese encuentro estuvo el P. General, con directivos y religiosos de los colegios de Centroamérica y el Caribe. EDUCAR inició desde una convicción de unos religiosos y laicos, que quieren trabajar en red. Los Agustinos Recoletos no podemos trabajar aislados, como si nuestro centro educativo fuera el único y el mejor haciendo competencia, incluso, a otros centros educativos con el mismo sello educativo. Observamos como el proyecto educativo institucional, entre otras cosas, concreta la identidad agustino recoleta en todos lo miembros que forman el centro educativo; fija los objetivos institucionales a lograr y orienta en la toma de decisiones.

Hago memoria del primer encuentro. Allí se examinaron los principales desafíos a los que, bajo la perspectiva del proceso de revitalización y reestructuración que lleva a cabo la Orden, han de enfrentar los centros educativos agustino recoletos.

Algunos de los principales retos identificados a raíz de un análisis conjunto y constructivo de la realidad fueron: la necesidad de establecer planes comunes en ejes centrales de acción tales como la pastoral, la capacitación y formación de los docentes y el establecimiento de indicadores de calidad que aseguren un estándar mínimo de condiciones para el buen funcionamiento de los colegios, siempre orientados por los valores de San Agustín.

Un buen encuentro se marca desde el ambiente fraterno: dos ejes fundamentales la confianza y la apertura del otro. Aquí no hubo provincias, vicarías, colegios, sistemas pedagógicos, editoriales; existió la comunión entre religosos y laicos. Desde el inicio se vivió: el trabajo en equipo.  El encuentro se transformó en una comunidad interesada por la educación de nuestros jóvenes. Nuestra prioridad es que se viva la experiencia de crecer en comunidad, que es nuestra marca distintiva, la única propiedad de nuestros centros educativos, y lo que deja huella en los jóvenes para siempre.

EducAR tiene un objetivo concreto: trabajar en red, hacer de nuestros centros educativos una verdadera plataforma evangelizadora. Cambia el estilo. Es un encuentro de religiosos y laicos, diferente; el formato del ponente compartiendo una excelente charla, que al final queda recogido en un libro ha cambiado. Si proclamamos que tiene que existir un cambio paradigmático en el aula, también en nuestros encuentros. De nosotros depende que EDUCAR tenga el mismo espíritu de fraternidad, de trabajo con un seguimiento práctico en donde los laicos ocupan el lugar que les corresponde. Seamos capaces de abrir en comunidad las puertas de nuestros colegios, abriendo nuestro corazón a esta fábrica de sueños e ilusiones que se llama Educación Agustino Recoleta.

Fr. Francisco Javier Acero, Vicario en México

Imagen: Colegio Fray Luis de León, Querétaro (México)

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