Ya se puede descargar el documento para el seguimiento del triduo de la clausura del Año de la Santidad Agustino Recoleta que está dedicado a un santo cada día
El Año de la Santidad Agustino Recoleta, que en palabras del Prior General de los Agustinos Recoletos «ha dejado grandes frutos», se cerrará este domingo en cada ministerio. Para ello el Secretariado de Espiritualidad ha preparado un triduo de preparación para recordar en la figura de tres santos agustinos recoletos la santidad en la cotidianidad.
Los documentos incluyen para cada día una monición de entrada, las lecturas y el Evangelio diario, una texto de reflexión, las oraciones de los fieles y una oración final. Se pretende que el triduo comience el jueves 9 de noviembre concluyendo el domingo con la clausura del Año de la Santidad.
El primero de los días, el jueves, está dedicado a Beata María de San José. Es un día de oración especialmente por las vocaciones a la vida religiosa, sacerdotal y misionera; por los formandos de la Orden (postulantes, novicios y profesos); por las monjas contemplativas y religiosas agustinas recoletas de vida activa. Se propone este día como modelo de santidad a la beata María de san José, mujer eucarística, que supo hacer de su vida una ofrenda agradable a Dios.
El segundo día del triduo, viernes, se propone como modelo de santidad a San Ezequiel Moreno. Su vida penitente se convierte para el cristiano en un estímulo de conversión y de confianza en la misericordia de Dios. «No, no tema lanzarse en los brazos de Dios, porque cae en brazos de Padre, que acarician y estrechan con amor», dijo el santo en una de sus cartas. Este día se busca principalmente la penitencia, con el objetivo de prepararse para la indulgencia plenaria que se podrá recibir el domingo.
El tercer día, al ser sábado, está dedicado a Santa María. Se propone como ejemplo de santidad a Santa Magdalena de Nagasaki, teniendo presentes en la oración de este día a la Fraternidad Seglar, a las Juventudes Agustino-Recoletas y a la Asociación de Madres Cristianas Santa Mónica. Se propone la intercesión de santa Magdalena de Nagasaki sobre todos aquellos que comparten el carisma agustino recoleto y lo hacen vida desde su compromiso como laicos.
Por último el domingo, día de la clausura, se dedica a Cristo como acción de gracias por los frutos obtenidos en el Año de la Santidad, viviendo de manera intensa el espíritu de las bienaventuranzas y la propia consagración bautismal y religiosa, con el deseo de ser santos desde la particularidad de la vocación agustino recoleta.