Ha sido elegida en el capítulo general que la congregación ha celebrado del 4 al 12 de noviembre. Estará al frente de las hermanas Agustinas Recoletas de los Enfermos por un período de seis años. La labor de las religiosas consiste principalmente en el seguimiento a los enfermos de cáncer, teniendo como referente al patrón San Ezequiel Moreno
Las monjas Agustinas Recoletas de los Enfermos han elegido nueva superiora. El capítulo general de la congregación, celebrado del 4 al 12 de noviembre, ha designado a la Hna. Inés Castiblanco Mojica como nueva priora general para los próximos seis años.
El prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, Miguel Miró, presidió la eucaristía de clausura del quinto capítulo general. En la misma, la nueva superiora de las Recoletas de los Enfermos prometió «obediencia» a la Iglesia para el nuevo cargo que desempeña.
La Hna. Inés Castiblanco sustituye de esta forma a la Hna. Alicia Rico Peñon en el cargo de priora general de las Agustinas Recoletas de los Enfermos. La Hna. Alicia Rico ha sido la superiora de la congregación los pasados seis años.
El capítulo general ha dejado para las monjas de Bogotá varios retos. El principal es el de reforzar el apartado vocacional. «Hay mucha ilusión en que se fortalezca la pastoral vocacional, en que los jóvenes que quieran ser agustinas recoletas», dice la Hna. Sofía López. «Fortalecer la vida interior de la comunidad en oración y fraternidad. Que esto también llame la atención a los jóvenes, además del apostolado que les atrae por el servicio nuestro muy cercano al enfermo y al pobre», explica.
Asistencia a los enfermos de cáncer, la principal labor
Las Agustinas Recoletas de los Enfermos, que unicamente están presentes en Bogotá, tienen como principal tarea la de acompañar a los enfermos de cáncer. Es la misión con la que fundó la congregación en 1985 el fraile agustino recoleto Sebastián López de Murga, ahora en proceso para ser declarado venerable.
De esta forma, asisten diariamente la fundación San Ezequiel Moreno, bajo el patronazgo del santo de los enfermos de cáncer. Es el carisma de esta pequeña congregación. «Es brindar un acompañamiento humano y espiritual al enfermo y a su familia», cuenta la Hna. Sofía López. «Escuchamos su situación y la de su familia, que están muy tocados y dolidos».
«La búsqueda de la felicidad es lo que a mí me impulsó», confiesa la Hna. Liliana Aguirre. «Compartir con ellos, escucharles».