Representantes de las JAR (RAYS, en inglés) de cada lugar del país asistieron al encuentro que tuvo lugar en Baguio City bajo el lema «Si amas a Cristo, síguelo». Durante varios días compartieron jornadas de reflexión y fraternidad
A menudo se dice que «la juventud es la esperanza de nuestro futuro», una cita muy conocida del Dr. José P. Rizal, Héroe Nacional de Filipinas. Una responsabilidad más difícil es ayudar a educar a la comunidad, a la iglesia y a nuestras familias en adelante. ¿Por qué una responsabilidad bastante más dura? Porque los jóvenes de hoy viven en una época de distracción y seguir los pasos de Jesús puede parecer aburrido. Por ello, es un reto importante que hay que afrontar.
Los jóvenes agustinos recoletos de Filipinas celebraron la pasada semana la 12ª Cumbre Agustiniana de la Juventud Agustino Recoleta (RAYS, en sus siglas en ingles) con el tema «Si amas a Cristo, síguelo». El encuentro, que tiene lugar una vez cada dos años y reúne a la gran mayoría de los jóvenes agustinos recoletos del país, tuvo lugar en el Seminario Casiciaco Recoletos de Baguio City.
Además de ser una experiencia vocacional, el encuentro tenía como objetivo proporcionar una oportunidad para que los jóvenes se reúnan y se conviertan en participantes activos de la Iglesia.
En este contexto, las actividades fueron realmente juveniles, aunque sin olvidar el tinte vocacional del encuentro. Las cuatro jornadas que duró el encuentro comenzaban con las Laudes y un rato de meditación. La primera charla trató la vocación desde tres puntos de vista: la vida conyugal, el sacerdocio y la bendición individual.
La segunda charla fue sobre el cambio climático. La cumbre trató de concienciar a los jóvenes agustinos recoletos que la tierra se ve totalmente afectada por el cambio climático. Todo el mundo sabe que el cambio climático existe, pero solo unos pocos saben exactamente por qué y todavía hay quienes no creen. Fue el agustino recoleto Deo Florence Onda el encargado de pronunciar la charla.
Los asistentes al encuentro también visitaron la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes. Los participantes participaron también en la exposición del Santísimo Sacramentos, el Via Crucis, y sobre todo la Misa diaria al comenzar el día. Además, la cumbre fue también una oportunidad para mostrar los diferentes talentos de los jóvenes durante la Noche Cultural.
La cumbre despierta a los jóvenes de que somos agentes de cambios positivos, nos ayuda a empoderar a los líderes del mañana para que estén más inspirados a proclamar Sus Palabras. Construye amistad y profundiza nuestra relación con Dios, cultiva los corazones de los jóvenes con las palabras de Dios y da agua a nuestros espíritus sedientos y por último enfatiza la celebración de Jesús durante todo el año y lo encuentra constantemente y lo recibe en la celebración eucarística.
“Cada experiencia nos hace crecer. Ser parte de esta actividad es un gran privilegio y seguramente atesoraré esto por el resto de mi vida. No se trata solo de la cumbre ni el lugar, sino la intimidad con Dios que no puede pagarse con ninguna cantidad de dinero”, dice Lueala Joy S. Fausto, una de las jóvenes que estuvo presente en el encuentro.
Añade: “Nunca es demasiado tarde para revivir nuestra relación con Dios, con otras personas y con el mundo que nos rodea. La juventud agustina recoleta de esta generación debe esforzarse por cambiar, porque si amamos a Cristo, debemos seguirlo”.