Las Monjas Agustinas Recoletas comenzarán su labor contemplativa en Colombia el próximo martes 12 de junio. Siete religiosas conformarán la nueva comunidad del Monasterio Nuestra Señora de la Candelaria, en Bogotá. «Al igual que Abraham, Dios me invita a dejar mi querida familia y comunidad para ir a implantar nuestra vida contemplativa agustina recoleta», dice una de las fundadoras
Las Monjas Agustinas Recoletas ampliarán su labor contemplativa desde el 12 de junio. Es la fecha marcada para la primera fundación de las monjas de clausura agustino recoletas en Colombia, el nuevo país al que llega la congregación. Siete monjas de la Federación de Monjas Agustinas Recoletas de México formarán la comunidad del nuevo Convento Nuestra Señora de la Candelaria, situado en Suba, en Bogotá.
Las siete hermanas fundadoras, acompañadas de la Madre Federal de las Monjas Agustinas Recoletas, Rosa María Mora, aterrizarán en Colombia el 12 de junio a mediodía aproximadamente. No obstante, no será ese el día de su llegada al nuevo convento. Pasarán los primeros días en la Curia provincial de la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria para luego trasladarse a su primer convento en el país.
El edificio del nuevo Monasterio Nuestra Señora de la Candelaria es una edificación vinculada desde hace tiempo a la familia agustino recoleta. Era anteriormente la antigua casa de noviciado de las Misioneras Agustinas Recoletas (MAR) en Suba, hasta que fue cedido a la congregación con su unificación.
Heriberta Rosas Mena, Ermila Sánchez Piña, María del Carmen López Martínez, Eva Villa Martínez, Esperanza Medina Calixto, Huaraní Esparza Moreno y Blanca Lizette García Vázquez serán las siete hermanas agustinas recoletas que conformen esta nueva comunidad en Colombia. Su llegada será un momento histórico y esperado que se viene gestando desde hace menos de un año.
Tres monjas del monasterio Nuestra Señora del Buen Consejo de Cuernavaca (Morelos, México) visitaron en julio Bogotá junto al Vicario de México y Costa Rica, el agustino recoleto Francisco Javier Acero, y el agustino recoleto asistente para la Federación de Monjas Agustinas Recoletas de México, Francisco Javier Legarra. En el viaje se visitó el lugar donde se encontraría la nueva fundación y se acordó que la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria ayudaría en la remodelación del edificio para que las Monjas Agustinas Recoletas comenzaran su labor.
«Al igual que Abraham, Dios me invita a dejar tierra, mi querida familia y comunidad para ir a implantar nuestra vida contemplativa agustina recoleta, para ayudar con nuestra oración y sacrificio a toda la Iglesia, en especial a nuestra Orden», dice la hermana Heriberta Rosas Mena, una de las siete fundadoras. «Pedimos oraciones -solicita- para que este nuevo proyecto Dios lo bendiga y se realice según su santísima voluntad».
La hermana Eva Villa Martínez siempre quiso formar parte de la fundación. «Empezó a llegar el momento de que se hiciera realidad y empecé a sentir que me dolía dejar a mis hermanas, mi familia», dice. Entonces comenzó a dudar pero llegó a una conclusión: «Tengo que desprenderme, que sea la voluntad de Dios».