El obispo agustino recoleto de Tarazona celebró sus bodas de oro sacerdotales el 7 de julio. Fue recibido por el Papa Francisco, con quien mantuvo un encuentro amigable y concelebró la eucaristía. Varios centenares de fieles le acompañaron en su celebración este domingo en la Catedral de Tarazona
Acompañado por los fieles de su diócesis de Tarazona, Monseñor Eusebio Hernández celebró este domingo sus bodas de oro sacerdotales. El agustino recoleto, obispo desde 2011, cumplió el 7 de julio 50 años como sacerdote al servicio de la Iglesia, primero desde el Vaticano y ahora en la pequeña diócesis del norte de España. Eusebio Hernández, nacido en Navarra, ha cumplido medio siglo de sacerdocio de los que se siente «muy feliz».
Fue el 7 de julio de 1968 cuando fue ordenado sacerdote en Marcilla (España) con 23 años. Con motivo de esto, el Papa Francisco le recibió en audiencia privada el 19 de junio después de concelebrar la eucaristía en la capilla de la casa Santa Marta. «Fue un encuentro privilegiado, de media hora, en el que compartí mis preocupaciones e ilusiones de la Iglesia y de mi pequeña diócesis de Tarazona», explica Mons. Eusebio Hernández en una entrevista en Iglesia en Aragón. El obispo agustino recoleto hizo saber al Papa que el trabajo pastoral se ha convertido en uno de sus principales objetivos, teniendo siempre en cuenta las directrices que él, como Papa, marca.
El Santo Padre felicitó a Monseñor Hernández sus bodas de oro sacerdotales, que celebró este domingo en compañía de varios centenares de fieles de la diócesis de Tarazona. En la Catedral de la diócesis celebró la eucaristía de acción de gracias junto a sacerdotes de los cinco arciprestazgos. El obispo de Tarazona afirmó sentir orgulloso de «ser pastor de esta Diócesis», siguiendo la directrices del Papa.
Además de la celebración de acción de gracias en la Catedral de Tarazona, se ha editado el libro ‘Caritas in veritate. La Iglesia de Tarazona en misión, desafío pastoral», que recoge las homilías, conferencias y otros escritos de Mons. Hernández durante sus siete años de servicio en la Diócesis de Tarazona.
El 7 de julio celebró sus bodas de oro en el Convento de Monteagudo (Navarra, España) con los agustinos recoletos Jesus Gabriel Pérez Recio, Jose Antonio Martinez Merino, Santiago Gómez y Tom Divine, quienes también celebraron su aniversario como presbíteros.
En estos 50 años como sacerdote, que para su protagonista «han pasado tan rápidamente que parece que fue ayer», su labor se ha centrado principalmente en la Santa Sede. Después de ser ordenado sacerdote y tras terminar su formación en derecho canónico, comenzó a trabajar en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica (CIVCSVA), en la que se encargó del departamento de Formación y Animación de la Vida Religiosa. Llegó a ser «capo ufficio» de la congregación. El 19 de marzo de 2011 -festividad de San José, patrón de la Orden- fue ordenado obispo de la Iglesia de Tarazona, aunque continúa como presidente del Instituto Pontificio CLAUNE por la CIVCSVA.
«Me sigue preocupando encontrarme con la cesta de la vida vacía. Por eso, cada día le pido al Señor en mi oración que fortalezca mi fe, renueve mi ilusión a seguirle con radicalidad y me ayude a extender su Reino. Esa es mi súplica cotidiana, mi deseo más profundo», afirma.
Imágenes: Secretariado de Medios de comunicación Diócesis de Tarazona