La incorporación definitiva a la Orden de Agustinos Recoletos se realiza en la profesión solemne, compromiso por el que “los hermanos se esfuerzan por conseguir una misma meta: la perfección evangélica” (Const. OAR, 35) por medio los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia. Durante el mes de agosto 26 jóvenes procedentes de Brasil, México, Argentina, España, Venezuela, Honduras y Perú inician nuevas etapas formativas en el noviciado o como profesos
El noviciado de Monteagudo es una de las tres comunidades designadas en la Orden como casas noviciado. Las otras dos están en Filipinas y Colombia. Son comunidades donde la prioridad es la formación de los candidatos a ingresar en la Orden, potenciando el clima de oración, comunidad, discernimiento, interioridad y formación. El pasado 4 de agosto concluían su experiencia en Monteagudo 16 novicios que hacían su profesión simple en una celebración a la que asistieron numerosos religiosos y religiosas, familiares y amigos cercanos. La Eucaristía estuvo presidida por Mons. Ángel San Casimiro Fernández, obispo emérito de Alajuela (Costa Rica), acompañado por Mons. Fortunato Pablo Urcey, obispo de Chota (Perú), el Prior general de la Orden, Miguel Miró Miró, priores provinciales y otros religiosos de comunidades de España. Pocos días antes, 10 novicios se incorporaban a la comunidad de Monteagudo para iniciar la rica e intensa experiencia que supone el noviciado.
El Prior general fue el encargado de dirigir las palabras durante la homilía en la ceremonia de la profesión. Destacó que, para la Orden, era un día de fiesta en el que se acogía a 16 jóvenes que querían configurar su vida con Cristo desde la espiritualidad agustino recoleta. “El Señor los ha llamado por su propio nombre. El Señor ha ido conduciendo su vida. Han vivido una experiencia de vida con Jesús durante el tiempo de noviciado.” Miguel Miró señaló, también, algunas pautas para los nuevos profesos: “La humildad es la forma de vivir la vida religiosa. Como religiosos, no podemos seguir encerrados en nuestros propios intereses sino que hay que buscar los intereses de los demás. Para San Agustín es más importante lo común que lo propio”.
Tras la homilía, la celebración continúa con el rito propio de la profesión simple. La fórmula de la profesión en la Orden de Agustinos Recoletos comienza con la invocación a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y la petición de intercesión a la Virgen María y a San Agustín: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Yo, Fr. N. N., apoyado en la gracia del Espíritu Santo y en la intercesión de la bienaventurada Virgen María y de nuestro Padre san Agustín, estoy dispuesto a servir a solo Dios, con el propósito filial de consagrarme a Él más íntimamente, y de seguir a Cristo más de cerca. Y ante los hermanos aquí presentes, y ante ti, Fr. Miguel Miró Miró, prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, emito mi profesión simple de los consejos evangélicos en la vida común, y por un tiempo de (la primera profesión se puede decidir hacer por uno, dos, o tres años) prometo a Dios, a quien amo sobre todas las cosas, castidad, pobreza y obediencia, según el propósito y la Regla de san Agustín y las Constituciones de nuestra Orden. Y, a fin de buscar con empeño la caridad perfecta, sirviendo a Dios y a la Iglesia en comunidad de hermanos, me entrego de todo corazón a esta familia, hasta hacernos todos nosotros una sola alma y un solo corazón dirigidos hacia Dios.”
A partir de ahora, los 16 nuevos profesos continuarán su formación con estudios de Teología en las diversas comunidades de formación de la Orden. Serán pasados tres años cuando, contando con la aprobación del equipo de formación, podrán solicitar su incorporación definitiva a la Orden por medio de la profesión solemne. Precisamente es ese el momento en que se encuentran otros 16 profesos simples que, durante este mes de agosto, están realizando el curso de preparación para la profesión solemne. Proceden de Filipinas, Perú, Brasil, México, España, Venezuela y EE.UU. Son religiosos que están ya realizando diversas experiencias pastorales en diferentes países y que, en los próximos meses, realizarán su profesión solemne.