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Con gratitud y esperanza

El Prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, Miguel Miró, destaca las acciones más importantes llevada a cabo en 2017 y muestra su deseo de seguir respondiendo al carisma agustino recoleto

Al recordar el año 2017 brotan del fondo del corazón la gratitud y la esperanza. El Señor ha bendecido a la Orden, a sus comunidades y ministerios. La experiencia vivida se convierte en aliciente que anima a seguir caminando y a mirar al futuro con renovada esperanza.

El eco del Capítulo general celebrado en Roma del 3 al 26 de octubre de 2016 resonaba en las comunidades. Las palabras del Papa Francisco a los agustinos recoletos nos inspiraban y estimulaban a “mantener con espíritu renovado el sueño de san Agustín, de vivir como hermanos «con un solo corazón y una sola alma». Comenzaba un nuevo periodo. Recuerdo emocionado la celebración del Aniversario de la Recolección, el 5 de diciembre. Tuvo lugar en México, ante la imagen de la Virgen de Guadalupe, a la que suplicábamos: “Madre, pedimos tu ayuda y protección para toda la Familia agustino recoleta en este tiempo de comunión, evangelización y revitalización. Deseamos ser creadores de comunión y por eso venimos ante ti. Los agustinos recoletos, las hermanas contemplativas, las religiosas, los seglares que con su fraternidad desean compartir con nosotros carisma y misión, los jóvenes agustinos recoletos y los laicos de nuestros ministerios, todos con confianza venimos ante ti… Virgen de Guadalupe en tus manos dejamos la Orden y nuestro proyecto de vida y misión para los próximos seis años”.

Por petición expresa del Capítulo general, el 2017 fue declarado Año de la santidad, con el deseo de reavivar la llamada a la santidad y de abrirnos más a la acción del Espíritu. En el mensaje que dirigí a toda la Orden, recogía la riqueza que en ella descubría: “Los testimonios de gozo, esperanza, solidaridad y comunión se han percibido en la diversidad de países y ministerios en los que estamos presentes. Nos hablan de santidad los hermanos enfermos, que contemplan la cruz con amor; los jóvenes, que desean entregar su vida a Cristo; los que no se dejan vencer por el desaliento, y transmiten esperanza; los que escuchan la Palabra, y sin miedo dan testimonio de su fe; los que son humanos, y acogen a todos con sencillez; los que propician el diálogo y el perdón; los que día a día rezan y trabajan con amor y alegría. Nos hablan de santidad las hermanas contemplativas, que con su oración hacen fecunda nuestra misión. ¡El Señor ha estado grande con nosotros!” (Prot. 197/2017)

En el año 2017, siguiendo las decisiones del Proyecto de vida y misión de la Orden, hemos iniciado el proceso de unión de provincias, con el fin de impulsar la revitalización de la Orden. Se han reunido las comisiones interprovinciales para elaborar sus respectivos proyectos de vida y misión y preparar los capítulos provinciales. La revitalización se dará en la medida en que vivamos el carisma recibido, y respondamos con santidad y creatividad a la llamada del Señor. No podemos revitalizar la Orden si no cambiamos nosotros y si no abrimos nuestro corazón al Espíritu de Dios y a las necesidades de los demás.

Como fruto del Año de la santidad, queremos reafirmar la identidad carismática, la espiritualidad y el servicio a la Iglesia. Surgen iniciativas que van abriéndose paso en nuestra vida y misión. Con amplitud de miras y con criterios de fe, habremos de discernir nuevos caminos que susciten la esperanza.

El Secretariado general de Formación y Espiritualidad ofrece, para los retiros, subsidios que esperamos lleguen puntualmente a todas las comunidades. Por su parte, el Instituto de Espiritualidad e Historia prepara documentos con vistas a la formación permanente y los ofrece en el portal de la Orden. También se sigue editando la colección “Lámparas ardientes”, que presenta breves biografías de hermanos y hermanas de nuestra Familia.

El Secretariado general de Apostolado, por su parte, presenta propuestas para que, en la diversidad de contextos sociales y culturales, nuestras parroquias y centros educativos sean evangelizadores desde nuestra espiritualidad y vida fraterna. Y, con el Proyecto Educativo Institucional (PEI), la Sección de Apostolado educativo desea impulsar la corresponsabilidad y la formación de los directores de los centros, profesores y agentes de pastoral.

El Equipo de revitalización (ERO) elabora materiales para los ejercicios espirituales y los talleres de oración, imparte cursos de capacitación y facilita talleres para educar en la interioridad.

Los Centros de Espiritualidad Agustino-recoleta (CEAR) son organismos de formación y vivencia espiritual para religiosos y laicos, y desde nuestro carisma promueven la formación humana, la espiritualidad agustino recoleta, el acompañamiento, el apostolado social y la formación de líderes.

Para impulsar la caridad solidaria en nuestras comunidades y ministerios, la Comisión de apostolado social ha creado la Red solidaria agustino-recoleta (ARCORES), con el fin de lograr que en cada país haya un equipo coordinador que facilite y promueva las iniciativas solidarias y la búsqueda de recursos.

El espíritu misionero se manifiesta en aquellos lugares de especial necesidad de evangelización. Agradecemos la disponibilidad de los religiosos que se han ofrecido para una nueva misión en Antilla (Cuba). Nueva, tanto por el país y su situación especial como por la vitalidad que surge del carisma recoleto. Damos gracias al Señor porque sigue suscitando en la Orden la inquietud misionera. Para esta nueva misión, se han ofrecido 23 religiosos. Sus cartas ponen de manifiesto que el Espíritu sigue moviendo los corazones. En nombre de la Orden, agradezco la respuesta de todos y cada uno de los voluntarios. Ya se han iniciado los trámites, y espero que a primeros de febrero cuatro religiosos puedan estar en Antilla.

En fin, la Provincia de San Ezequiel ha establecido en Filipinas dos comunidades en zonas pobres: una en Tandag (Mindanao) y otra en Pangasinan (Luzón). Y se dispone también a trabajar en un nuevo país de Asia.

El Señor confía en nosotros, nos sigue llamando a ser profetas en el mundo actual, a ser profetas construyendo comunidades fraternas, que promuevan la comunión y anuncien el Evangelio. No olvidemos la profecía de la vida cotidiana, lo sencillo de cada día. Redescubramos la fuerza del carisma, que fluye del Espíritu en el fondo de nuestro corazón y llena de amor, de encanto y de ilusión nuestra vida de cada día.

Que este Anuario exprese nuestra gratitud a los hermanos de la Orden y a toda la Familia Recoleta; que, a la vez que hacemos memoria de los dones del Señor, abramos nuestro corazón para descubrir nuevos horizontes y ser creadores de comunión.

Roma, 6 de enero de 2018

 

Fr. Miguel Miró Miró – Prior general

Articulo publicado en el Anuario 2017 de la Orden de Agustinos Recoletos

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