La Orden de Agustinos Recoletos ha puesto en marcha la Escuela de Formación ‘In Imun Cordis’ con el objetivo de fortalecer el acompañamiento de los formadores a los jóvenes agustinos recoletos
La Orden de Agustinos Recoletos ha estrenado una nueva escuela para los religiosos que están acompañando a jóvenes que se encuentran en discernimiento vocacional o ya en etapa de formación. Esto responde a la llamada del Papa Francisco a “formar para la misión, formar en la pasión del anuncio, formar en esa pasión de ir a dónde sea, a cualquier periferia, para anunciar a todos el amor de Jesucristo, especialmente a los alejados, relatarlo a los pequeños y a los pobres, y dejarse también evangelizar por ellos”.
Desde el 28 de enero hasta el 18 de febrero los responsables del acompañamiento en las casas de formación procedentes de doce países y diversos religiosos interesados en el acompañamiento, se encuentran en Colombia para estudiar cómo la Iglesia plantea hoy retos y desafíos importantes que tenemos que afrontar con determinación desde la formación inicial y permanente.
Los Agustinos Recoletos, por medio del Secretariado general de Espiritualidad y Formación, han tomado en serio el desafío de ser artesanos de la formación integral con las próximas generaciones de religiosos y sacerdotes creando una Escuela para acompañar su crecimiento integral. Esta escuela para acompañantes es una escuela para aprender a amar; una escuela para ser plenamente humanos. Se forma en un acompañamiento desde el deseo de Dios y el amor agustiniano; desde la pasión por la vida, por Cristo y por la Iglesia que define a los Agustinos Recoletos; y desde las tres sabidurías característica: Interioridad, Comunidad e Iglesia.
La vocación de acompañante inspira a profundizar en el propio carisma y a convertirlo en la segunda vocación: ser instrumentos para que las personas se encuentren con el Maestro Interior, “más íntimo que la propia intimidad” en palabras de San Agustín.
El lema, “In Imum Cordis“ (“Hacia lo profundo del corazón”), guía a la Escuela de Formación sabiendo que no se puede acompañar en estas profundidades que trascienden sin la propia formación integral del acompañante.
Con esta esta escuela los Agustinos Recoletos quieren formar acompañantes para ser peregrinos con quien peregrina en la vida, como lo hizo Jesús; formarse para acompañar de corazón a corazón; para sintonizar con el momento vital de búsqueda y encuentro; para implicarse con la dirección del deseo profundo de las personas; para acompañar a dar saltos cualitativos que la persona busca y necesita; y para acompañar desde un amor auténtico, integral e implicado.
Todo desde la humildad y la felicidad, desde la Palabra y hacia la comunidad y la comunión con la Iglesia.