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«Ser obispo es estar al servicio total de la Iglesia»

Para Carlos María Domínguez, su nombramiento como obispo fue «una sorpresa grande». El hasta ahora vicario de la Provincia Santo Tomás de Villanueva en España dejará su labor como agustino recoleto para comenzar su ministerio episcopal en San Juan de Cuyo como obispo auxiliar. «Le dije al obispo: ‘Me vas a tener que enseñar a ser cura porque yo siempre viví como fraile'»

Aunque el lunes 22 de abril se hizo público que el Papa Francisco nombraba al agustino recoleto Carlos María Domínguez nuevo obispo auxiliar de San Juan de Cuyo (Argentina), el hasta ahora vicario provincial en España conocía su designación desde hacía algunas semanas. «Me llamó el nuncio y quedamos en que dos días después nos encontrábamos porque tenía una noticia que darme», narra. Se puso nervioso y confiesa que le costó dormir. «Cuando me dio la carta anunciándome el nombramiento del Papa, fue una sorpresa grande porque yo no me lo esperaba».

Desde que se enteró hasta el anuncio oficial fueron días difíciles. «Lo más complicado era mantener el secreto que quería contar a voces», dice. Una vez se conoció el nombramiento, el teléfono estalló: más de 500 mensajes de felicitación. «Muchos obispos me escribieron diciendo ‘aprovechad el día porque este día es único’; y la verdad es que nunca en mi vida había vivod un día como el de ayer (por el lunes)».

El 20º obispo agustino recoleto

Carlos María Domínguez se convierte en el 20º obispo agustino recoleto. Con su nombramiento, deja de estar obligado a obedecer al Prior general o los superiores y vivir el voto de pobreza. No obstante, «afectivamente sí seguiré perteneciendo a la Orden de Agustinos Recoletos». Por ello, afirma que «va a ser imposible que deje de imprimir mi ser agustino recoleto en mi ministerio episcopal».

El nuevo obispo entiende su nombramiento episcopal como un «reconocimiento» a la Orden de Agustinos Recoletos y no a la persona. Destaca que, siendo una orden poco numerosa, tiene una gran porcentaje de obispos agustinos recoletos.

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«Alegres en la esperanza»

Entiende que «ser obispo es estar al servicio total de la Iglesia y de la diócesis que te manden». Por ello, y tomando como referencia al siervo de Dios Cardenal Pironio, ha elegido como lema de su ministerio episcopal la frase de la carta de San Pablo a los Romanos: «Alegres en la esperanza». «Creo que el obispo debe ser eso: primero, servir al pueblo de Dios con alegría que es fruto de la presencia de Jesús resucitado en medio de nosotros; y segundo, tiene que alentar en la esperanza que no defrauda y que viene de Dios», indica.

Esta es la «actitud de servicio» que Carlos María Domínguez desea tener en su nueva labor como obispo, en la que tendrá presente a San Agustín. De él recuerda la frase «yo con ustedes soy cristiano, para ustedes soy obispo». «San Agustín decía que ser obispo es una dignidad, pero también una carga; por eso me estremece la responsabilidad», afirma. No le da miedo lo que viene «porque cuando yo le dije sí a Dios, lo hice con seguridad; de hecho, Dios es roca». Pero sí siente expectativa.

Como hasta ahora, Carlos María tendrá en San Juan de Cuyo una «acción preferencial» por los jóvenes. «Una cosa que dice el documento post-sinodal y que el Papa en el mensaje de Pascua recordó es que ‘todo lo que Cristo toca, lo hace joven’, y yo creo que todo lo que los jóvenes toquen, seguirá siendo joven», afirma.

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