Si tuvieras que acompañar a una persona en su crecimiento personal hacia Dios, ¿qué aspectos consideras centrales e irrenunciables en ti que acompañas? Y si buscas una persona que te acompañe, ¿qué le pedirías?
Seguramente estas preguntas te pongan a pensar sobre la importancia que tiene acompañar los procesos de fe de otra persona. Los caminos de crecimiento humano y espiritual son terrenos sagrados. Si te paras a pensar verás la importancia que tiene la figura de quien acompaña. El formador, el acompañante y el director espiritual, necesitan conocimientos, sí; y necesitan, sobre todo, ejercer su ministerio desde la relación personal. Esto exige integridad, aceptación personal de la propia vulnerabilidad, vivir desde la verdad, trabajo personal de la propia historia, caminar hacia Dios con humildad, sentirse y caminar como peregrino por la vida, como san Agustín nos lo recuerda tantas veces.
Mira el siguiente video. Aquí tienes testimonios de quienes están participando en la Escuela de los Agustinos Recoletos. Una escuela internacional. Desde Filipinas, Colombia, Venezuela, México, Argentina, Guatemala, y muchos otros países, escucha el testimonio de quienes están aprendiendo a acompañar.
¿Qué aspectos consideras centrales e irrenunciables en ti que acompañas?
Es un reto
Beber de las propias fuentes
Profundizar el sentido de la vida
Dejarnos acompañar
Bajar a las propias oscuridades
Hacerse peregrino
Sintonizar con la otra persona
Seguimiento de Cristo y amor a la Iglesia
Con el otro el tiempo que sea necesario
Diálogo de corazón a corazón
Desde la propia fragilidad
Fortaleza y esperanza
Necesito entrar en mi corazón
Y si buscas una persona que te acompañe, ¿qué le pedirías?
Que esté atento
Acompañamiento de toda la persona
Busca estrategias para acoger
Clima de cercanía y confianza
Abre el corazón
Permite el crecimiento en libertad
Secretariado general de Formación – Agustinos Recoletos