En el cuarto artículo de Formación Permanente 2019, Tere García Ruiz aborda los retos del carisma agustino recoleto tras la unión de provincias
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Introducción
Para escribir este artículo, he tomado en cuenta lo perceptiva que soy de las palabras de nuestros frailes agustinos recoletos. En la primera parte me referiré a las homilías de fray Miguel Miró Miró y de fray Miguel Ángel Hernández Domínguez pronunciadas al final del 2018. Lo hago convencida de que, para ser creadores de comunión, necesitamos escuchar, profundizar y compartir lo que el Espíritu Santo ha soplado en nuestros frailes al inicio de esta nueva etapa que surfea nuestra Orden.
Las provincias se han unido. Esto significa que estructuras anteriores se han sumado unas a otras generando nuevas estructuras. Y la transformación exige, una vez más, como siempre ha sido y como siempre será, la unidad de corazones en uno solo dirigido hacia Dios. Esta es la única razón válida para ser agustinos recoletos y el motor indispensable para vencer todos los retos que se nos presentan. Así seremos creadores de comunión.
En la segunda tomo de la despensa de la revista Santa Rita y el pueblo cristiano (Monachil, Granada) algunos textos –que de mi autoría ha publicado– actualizados, por considerar que los temas, gracias a las citas agustinianas que contienen, suman a las propuestas tanto de nuestro prior general como de fray Miguel Ángel Hernández Domínguez. Incluyo también una profundización en relación a la amistad y al amor, a fin de revisarlas juntos y renovarnos a partir de la unidad. Deseo alimentar la belleza y la bondad, manifestadas ya en la unión de provincias, y realizar felizmente lo que el papa Francisco espera de nosotros, como Orden agustina recoleta: que seamos creadores de comunión, tal como resonó en la audiencia concedida con motivo del quincuagésimo sexto capítulo general de nuestra Orden.
Tere García Ruiz