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Seis testimonios de jóvenes entregados a Dios

Seis jóvenes de tres nacionalidades distintas realizarán en agosto la profesión simple de sus votos tras su etapa de noviciado.

Carlos, Jury, Jeferson, Bernardo, Danilo y Juan Carlos. Son los nombres de los seis jóvenes que en agosto realizarán en agosto la profesión simple de sus votos como agustinos recoletos. De tres nacionalidades distintas, han dejado todo atrás y han decidido seguir a Cristo. Para ello, el pasado año viajaron hasta España para realizar el noviciado en el convento de los Agustinos Recoletos en Monteagudo (Navarra).

Tras un año de formación, estudio, oración y vida comunitaria, los seis emitirán sus votos simples este mes. Cuatro de ellos -Yury Silva, Jeferson da Silva, Bernardo Contreras y Danilo César- profesarán el sábado 3 de agosto -con la presencia del Prior general-, mientras que la profesión de Juan Carlos Palacios y Carlos Riera se celebrará el 24 de agosto. Ambas tendrán lugar en Monteagudo.

Los seis religiosos agustinos recoletos completarán así una etapa más de su proceso vocacional y formativo. Con su profesión simple dirán sí de manera temporal a Cristo y se reafirmarán en la decisión que tomaron hace algunos años: entregarse a Dios com agustinos recoletos.

Bernardo Contreras conoció la Orden de Agustinos Recoletos en un encuentro vocacional en México, su país. De sus primeros encuentros, le gustó «su apertura y la disponibilidad que ellos tienen». Tras realizar el noviciado, destaca «la forma en que vamos trabajando nuestra interioridad y entrelazándonos con la vida común».

En la misma línea, Jeferson da Silva resalta del noviciado «el encuentro consigo mismo y con Dios». Conoció a los Agustinos Recoletos en su país, Brasil. Lo que más le llamó la atención fue «la vida comunitaria, la oración y la vida en comunidad».

A Danilo César, brasileño, también le impresionó la vida en comunidad de los Agustinos Recoletos. «El trato con los hermanos, el cariño, la preocupación y la cercanía», explica este joven. Para él, el noviciado ha sido una etapa muy importante. «Me ha llamado la atención los momentos comunitarios, los paseos… eso nos llena, nos da alegría», dice.

Juan Carlos Palacios es venezolano. De todo lo que ha vivido previamente con los Agustinos Recoletos, destaca la frase ‘ir hacia donde la Iglesia nos necesita’. «Eso me marcó mucho pero era algo que yo quería experimentar», asegura. En el noviciado ha podido «experiementar la convivencia con los frailes» y decicar varios meses a la «interioridad, silencio, encuentro con Dios, soledad…». Para él, ha supuesto un «crecimiento espiritual».

De Venezuela también es Carlos Riera. Allí conoció a los Agustinos Recoletos y vio algo que le llamó especialmente la atención: «El ambiente de oración, el momento de compartir y el apostolado que llevan los frailes». Para Carlos, el noviciado ha sido «un regalo de Dios». Lo resume como «un momento de estar tú con el Señor».

«Un año de experiencia consigo mismo, con Dios y con los demás». Así explica el noviciado Jury Silva, también natural de Brasil. Como él, sus otros cinco compañeros se preparan ahora para su etapa de teologado, donde continuarán profundizando en el carisma y la fe. Sus historias, muy diferentes todas, tienen un denominador común: son ejemplo de que Dios sigue llamando a la puerta de los jóvenes.

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