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San Agustín, protagonista del XVIII Congreso Patrístico de Oxford

El agustino recoleto Enrique Eguiarte impartió una conferencia sobre las ideas cristológicas de san Agustín en su comentario a la carta a los Gálatas. El congreso, que se celebra cada cuatro años, reunió a más de ochocientos expertos en patrística.

Del 19 al 23 de agosto se celebró el XVIII Congreso Patrístico Internacional, organizado por la Universidad de Oxford, en el que participaron más de ochocientos especialista llegados de todo el mundo. El Congreso, como en sus ediciones anteriores, estuvo centrado en los Padres de la Iglesia y en los escritores cristianos de los primeros sietes siglos. Entre ellos, el Padre que más sesiones se le dedicaron fue san Agustín, referente en la patrística.

Las sesiones dedicadas a san Agustín tuvieron temáticas diversas, desde la cristología, hasta la polémica pelagiana, que este año tuvo una singular importancia en vista de la publicación del controvertido libro The Myth of Pelagianism de Ali Bonner, en las que la autora, profesora de la Universidad de Oxford, plantea la idea de que el pelagianismo nunca existió, sino que solo se trató de una invención de san Agustín y de sus allegados. Como se puso de manifiesto en la discusión que siguió a su conferencia, la autora en su obra da por ciertas muchas suposiciones, por lo que sus afirmaciones carecen de pruebas sólidas textuales, y del mismo modo, la lectura que se hace de otros escritores ortodoxos está orientada  a demostrar sus propias presuposiciones, lo que hace que la lectura de los textos no sea verdadera y se vea forzada por las ideas preconcebidas que se quieren demostrar.

En este Congreso Internacional de Patrística, que tiene lugar cada cuatro años en la ciudad de Oxford, participó el agustino recoleto Enrique Eguiarte, quien impartió una conferencia sobre las ideas cristológicas de san Agustín en su comentario a la carta a los Gálatas. En su exposición Eguiarte puso de manifiesto que las ideas cristológica de san Agustín se comienzan a fraguar desde sus primeros escritos, de tal modo que ya en el año 394 cuando escribe su comentario a la Carta a los Gálatas, el único comentario completo a una de las cartas paulinas, hay una serie de ideas cristológicas que aparecen en ciernes en este escrito.

De este modo, señaló la presencia del tema de la divinidad de Cristo, y cómo en la única persona de Cristo, conviven dos naturalezas, la humana y la divina. De hecho, san Agustín en su comentario a la carta a los Gálatas presenta por primera vez el sintagma paulino de forma serui que le será tan útil en la polémica antiarriana para hablar de la naturaleza humana de Jesús, que queda elevada por la naturaleza divina o forma dei de Cristo.

Por otro lado señaló que en este comentario a la carta a los Gálatas, san Agustín presenta por primera vez en su obra el tema de Cristo como Mediador, usando también por primera vez en su obra el texto de 1 Tim 2, 5, Cristo es el mediador entre Dios y los hombres. Un texto esencial para desarrollar este tema, que el mismo Obispo de Hipona explica en otras obras, concretamente en su sermón más largo, el sermón Dolbeau 26. También señaló que en este comentario a la carta a los Gálatas san Agustín se detiene a explicar por qué Cristo es llamado «proscriptus» por Pablo (Gal 3, 1), para subrayar, siguiendo en ello las huellas de Mario Victorino, que Cristo es llamado «proscriptus» no porque haya sido condenado a muerte y que por ello haya perdido todas sus posesiones, como señalaba el derecho romano, sino que más bien son los incrédulos los que pierden los bienes de Cristo al rechazarlo, y pierden también el cuidado y el cultivo de la gracia de Cristo.

Finalmente, entre otros elementos, Eguiarte comentó que san Agustín se detiene para hablar del texto de Nm 21, 9, en donde se narra que Moisés levantó una serpiente de bronce en el desierto para que quienes habían sido mordidos por una serpiente, miraran a la serpiente de bronce y quedaran curados. San Agustín, además de poner de manifiesto los elementos cristológicos del texto como una analogía de la cruz, se centra en el hecho de que la serpiente hubiera sido hecha de bronce. El hecho de haber sido hecha de este metal es interpretado por san Agustín como algo que dura para siempre. Por ello señala el Obispo de Hipona que la pasión de Cristo no pasa nunca, pues es como de bronce, y está llamada a perdurar a lo largo de los siglos.

En el Congreso de Oxford se dedicaron también sesiones a hablar de las Confesiones de san Agustín, de la filosofía de san Agustín, de las exégesis de san Agustín, del influjo maniqueo en san Agustín, de la recepción de san Agustín en la Edad Media, particularmente en el Meister Eckhart. Entre otros reconocidos especialistas de san Agustín estuvieron presentes en el Congreso: Carol Harrison, Hubertus Drobner, Allan Fitzgerald, Anthony Dupont, Volker Drecoll, Paul van Geest, Paula Rose, Bart Koet, Martin Claes, Anne-Marie Vannier e Isabelle Bochet.

El encuentro patrístico de Oxford tuvo como colofón un concierto en la Iglesia del Christ Chruch College, en el que se ofrecieron piezas de Francisco de Victoria, William Byrd y otros compositores de música coral.

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