El sacerdote filipino Jerry Orbos se encomendó a San Ezequiel Moreno para superar el cáncer de pulmón que le fue diagnosticado en 2018. Gracias a su intercesión, a los tratamientos médicos y a su alegría constante, lo superó.
En febrero de 2018 al sacerdote filipino Jerry Orbos le fue diagnosticado un cáncer de pulmón. Fue accidental; en una visita al médico para someterse a una tomografía de abdomen, fue hallada una mancha blanca en su pulmón. Resultó ser un tumor maligno. Desde entonces, comenzó el camino hacia su recuperación con un arma -la oración- y el acompañamiento de San Ezequiel Moreno.
Orbos no había ni oído hablar del santo agustino recoleto. «Realmente no lo conocía», afirma el sacerdote en declaraciones recogidas por CBCP News. Hasta que alguien le regaló una imagen de mediana altura de San Ezequiel, conocido como el protector de los enfermos de cáncer. «A través de este cáncer, conocí a San Ezequiel Moreno», dice. Gracias a su intercesión, a los tratamientos médicos y a su alegría constante, el 15 de enero de este año, su oncólogo le comunicó que estaba libre de cáncer.
Además de la intercesión de San Ezequiel Moreno, su actitud positiva ha sido muy importante. «Mi defensa se centró en el humor, no en el tumor», y añade «la alegría del Señor es mi fuerza». Por eso, atribuyó gran parte de su recuperación a su alegría. Después de casi un año, Orbos dice con alegría: «Doy gracias a Dios por haber tenido cáncer; es una bendición. Me limpió, me hizo humilde y me hizo darme cuenta de lo hermosa que es la vida», explica.
El sacerdote ha pasado de paciente a defensor. Ahora es embajador de «Hope from Within», una campaña contra el cáncer de pulmón. Este cáncer tiene en Filipinas el mayor índice de mortalidad, más de 15.000 muertes al año.