En el sexto artículo de Formación Permanente 2019, el agustino recoleto Nicolás Vigo reflexiona sobre los medios de comunicación y las redes sociales, y su capacidad para crear comunión en la sociedad.
Introducción
Martin Heidegger decía: Somos una conversación. Y es que el ser del hombre se define por su capacidad de relacionarse con otros. Llega a ser hombre por su habilidad para hacer alianzas, por su capacidad de salir de sí para encontrarse con los demás.
Esta búsqueda no es otra cosa que el reconocimiento de su necesidad, de su temporalidad y de su finitud. En realidad, el ser humano tiende puentes desde su yo indigente para llegar hasta un tú, que también busca superar su indigencia. Solo se es verdaderamente hombre cuando somos capaces de relacionarnos con los demás;
es decir, cuando salimos de nosotros mismos. Los seres humanos también necesitan vaciar su mundo interior para revelárselo a otros. Si no lo hace, el homo sapiens viviría aislado. Es más, el hombre no puede vivir ensimismado, solitario o en silencio: provocaría su propia muerte.
Por ello, el hombre busca canales de comunicación, modos y formas para llegar a otros seres, medios que le hagan salir de sí mismo. Uno de los caminos exitosos para conseguirlo es por medio de la comunicación interpersonal. Ella propicia un saludable conocimiento de los ‘yos’, y genera un feed back instantáneo y enriquecedor. Otro de los caminos, no siempre tan placentero ni directo, es a través de los medios de comunicación social. Ellos hacen de canales para acercar, en tiempo real o remoto, un mensaje concreto y necesario para los ciudadanos.
La comunicación genera comunión
Como vemos, la comunicación lleva dentro de sí la búsqueda de la comunión. El ser humano vive constantemente dedicado a buscar sentido a su vida. Y no solo eso, el hombre de la posmodernidad persigue y exige calidad de vida. Por ello, el homo sapiens posmoderno tiene como aliados seguros a los medios de comunicación social, que, si él quiere, pueden cambiarle la vida, y proporcionarle experiencias significativas y una comunicación efectiva que se
transformará en bienestar.
Cada vez me convenzo más de que los medios de comunicación social pueden generar un encuentro personal, comunitario y cooperativo que provoque la comunión entre los seres humanos; y no solo en su entorno próximo, sino en toda la aldea global.
Sin embargo, esta capacidad reconciliadora de los medios de comunicación social, como veremos más adelante, puede empañarse por su mal uso. Incluso pueden traicionar el fin para el que fueron ideados.
Nicolás Vigo OAR