Los agustinos recoletos Antonio Max y Pedro Santos han ratificado su vocación religiosa y misionera con la profesión solemne, coincidiendo con la celebración del Mes Misionero Extraordinario en octubre. Las dos profesiones tuvieron lugar en Marajó, misión de los Agustinos Recoletos en Brasil.
El Mes Misionero Extraordinario ha sido grandioso para los Agustinos Recoletos en Marajó (Brasil). Dos agustinos recoletos realizaron a finales de septiembre y comienzos de este mes su profesión solemne, reafirmando así su entrega a Cristo como religiosos, precisamente en territorio de misión.
El primero de ellos, Antonio Max Ferreira de Oliveira realizó su profesión solemne el 29 de septiembre en la Parroquia Nuestra Señora de la Concepción de Salvaterra, en Marajó, donde desempeñará su labor pastoral. Ya entrado el mes, el 6 de octubre, Pedro Santos hizo la profesión solemne de sus votos en la Comunidad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Breves. Ambas celebraciones fueron presididas por el Prior Provincial de la Provincia Santo Tomás de Villanueva, Miguel Angel Hernández, quien recibió los votos solemnes de estos hermanos. También acompañaron las celebraciones los religiosos que residían en estas comunidades y otros procedentes de otros puntos de la geografía.
Su compromiso con la vocación agustino recoleta recibida de Dios tiene aun más relevancia en el momento actual: mientras la Iglesia celebra el Mes Misionero Extraordinario, dos agustinos recoletos han dicho sí al Señor como religiosos y misioneros.
Además, Antonio Max y Pedro Santos fueron ordenados diáconos el 10 de octubre, festividad de Santo Tomás de Villanueva, en la parroquia San José de Queluz, en Belém. El obispo agustino recoleto, emérito de Marajó, Monseñor José Luis Azcona Hermoso, presidió la eucaristía. En su homilía, Mons. José Luis Azona Azcona exhortó a los nuevos diáconos a ejercer su ministerio en el servicio y la experiencia radical del amor, el amor del Cristo crucificado y sus hermanos.