Miguel Miró estuvo en la Escuela de Formación ‘In Imum Cordis’ en Roma y charló con los religiosos responsables de las distintas etapas de formación.
La formación de los religiosos en su etapa inicial es fundamental e importante. Ese fue uno de los mensajes principales que el Prior general, Miguel Miró, dejó a los formadores agustinos recoletos en su encuentro en la Escuela de Formación ‘In Imum Cordis’. Miró acompañó durante toda la jornada del miércoles 19 de febrero a los religiosos responsables de las diferentes etapas de formación y les animó a la reflexión sobre distintos temas.
El Prior general comenzó la jornada con una extensa charla en la que trató múltiples asuntos, en relación con la vida y presente de la Orden así como con la formación. Inició su exposición hablando de la revitalización de la Orden, en relación con la formación. «La revitalización es un proceso de conversión que se nos da al estar abiertos a lo nuevo del Espíritu, se cual sea la edad que se tenga», dijo.
En este sentido, aseguró que «no hay revitalización sin un encuentro con Cristo» y sin vida fraterna. Asimismo, afirmó que la sociedad y la Orden viven un cambio de época. Por ello, pidió «mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza».
En una segunda parte de la charla, el Prior general se extendió en la formación «para ser profetas del Reino». Miró recordó los tres votos: castidad, pobreza y obediencia. Por último habló sobre el proceso formativo y el reto hoy en este aspecto. Concretamente pidió «una comunidad formativa», la necesidad de formar religiosos en un cambio de época, acompañar el proceso humano, espiritual y comunitario, y darle continuidad a los procesos.
Tras su charla mantuvo un diálogo con los religiosos presentes en la Escuela de Formación. Posteriormente mantuvieron un tiempo de reflexión -individual y grupal- y por último compartieron con Miguel Miró sus principales preocupaciones. Una de las más repetidas fue la de formar al tipo de joven de hoy, con distinta mentalidad a la de hace décadas. A todos animó a continuar con su labor, sin desesperar y acompañando a cada uno de los jóvenes que inician y avanzan en el proceso formativo.