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«No podemos mirar para otro lado»

El Prior provincial de Santo Tomás de Villanueva pide adelantarse a la situación que seguirá a la pandemia y llama a «encarar la realidad de frente».

Los Agustinos Recoletos ya preparan la labor que llevarán a cabo con los afectados por la pandemia y la crisis social, una vez pase la pandemia. El Prior provincial de la Provincia Santo Tomás de Villanueva, Miguel Ángel Hernández, asegura que los miembros de la familia agustina recoleta no pueden eludir la situación sino adelantarse. Haciendo referencia a las palabras del Papa Francisco, el religioso asegura que «no es tiempo para la indiferencia», y reclama la solidaridad y la creatividad de los religiosos. 

El prior provincial se ha expresado de esta forma en una entrevista en el programa El Espejo de la cadena de radio española COPE en la que ha comentado el mensaje de los superiores de la familia agustina recoleta contra el COVID-19. El documento, en su opinión, es un testimonio de unidad y esperanza. «No nos podemos permitir en estos momentos estar divididos porque el mundo nos necesita», ha dicho. 

Sobre las consecuencias que sucederán al brote de coronavirus, Miguel Ángel Hernández ha pedido reinventarse y desplegar todos los esfuerzos para ayudar a los más vulnerables en esta situación. «No podemos mirar para otro lado sino encarar la realidad de frente», una realidad que será «dolorosa» pero que deben encarar como el buen samaritano: «Arrodillarnos delante de todos los afectados que nos encontraremos para enjugar su lágrimas, acompañar su dolor y, en la medida de lo posible, sacarles de esa situación».

Miguel Ángel Hernández OAR: "Es tiempo de solidaridad"

Asimismo, ha afirmado que Dios no abandona a nadie, incluido a los pobres. «Cuando se abran las puertas, nos vamos a encontrar mucha gente herida, tirada en las cunetas de la vida», ha dicho. Ante esto, la familia agustina recoleta tiene la «responsabilidad tocar esas heridas con con misericordia».

También ha recordado el compromiso con ARCORES para colaborar mediante donaciones o con voluntariado. «Cuando se abran las puertas, nos vamos a encontrar mucha gente herida, tirada en las cunetas de la vida», ha indicado.

Además ha valorado positivamente la creatividad de religiosos y laicos durante el tiempo de pandemia. «Hay males que vienen para bien». En esta línea, ha afirmado que la relación comunitaria se ha fortalecido porque los religiosos han tenido más tiempo para estar juntos. Asimismo, se han reforzado los momentos de oración. En todas las comunidades «se han abierto las puertas» a través de los medios digitales para que la gente entre a orar o celebrar la eucaristía con los frailes.

En la foto: el Prior provincial Miguel Ángel Hernández con los jóvenes agustinos recoletos en formación en Monachil (Granada) el pasado mes de febrero.

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