El Prior General propone en ‘Vivir la pobreza: gracia y reto’ experimentar la pobreza personal y comunitaria, siendo solidarios con los mĆ”s necesitados y comprometiĆ©ndose en el cuidado de la Creación.
La pobreza es uno de los puntos fundamentales de la vida religiosa y una dimensión propia del carisma agustino recoleto. Fue uno de los motivos que suscitaron a los religiosos agustinos a vivir su vocación con mÔs radicalidad en 1588 y que hoy sigue siendo un modo de vida atractivo para muchos jóvenes. Por ello, el Prior General de la Orden de Agustinos Recoletos, Miguel Miró, ha escrito un extenso documento titulado Vivir la pobreza: gracia y reto. «Felices vosotros, los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece»(Lc 6,30), y que es publicado con motivo de la festividad de Santo TomÔs de Villanueva. El objetivo del escrito es señalar unos criterios que orienten a los religiosos a vivir su pobreza y a estar cerca de los pobres de hoy.
El documento consta de seis capĆtulos en los que plantea la pobreza evangĆ©lica como estilo de vida segĆŗn el carisma agustino recoleto, tomando como referencia el magisterio y las enseƱanzas del Papa Francisco, entre otras cosas. Vivir la pobreza: gracia y reto responde a la encomienda que el 55Āŗ CapĆtulo general celebrado en 2016 realizó al Prior General: Ā«Elaborar un documento sobre el consejo evangĆ©lico de pobreza y el modo de vivirlo hoyĀ».
En la exposición parte de la primera de las Bienaventuranzas: āĀ”Felices los pobres!ā. En segundo lugar, propone vivir con coherencia y alegrĆa la opción de pobreza que los religiosos han profesado. El capĆtulo tercero presenta una breve referencia a san AgustĆn, a la historia de la Orden y a las Constituciones. En el capĆtulo cuarto sugiere algunas disposiciones para vivir la pobreza, la opción preferencial por los pobres, repensar la economĆa y la relación de la pobreza con la ecologĆa. En el capĆtulo quinto ofrece unas orientaciones concretas para vivir hoy la pobreza personal e institucional. Y termina con una invitación a la gratitud y a la esperanza.
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Un camino de felicidad y autenticidad
Miguel Miró indica en el documento que la pobreza no es para los agustinos recoletos una mera cuestión social o simplemente un asunto de carÔcter económico. Para los religiosos agustinos recoletos, la pobreza arraiga en su propio ser, motivada por la caridad, y suscita en el corazón la esperanza del Reino de Dios. «La pobreza es una dimensión de nuestra forma de ser que marca nuestra vida y misión».
Con su escrito, el Prior general pretende que los religiosos encuentren en la pobreza un camino de felicidad y autenticidad. Vivir segĆŗn esta opción, trae consigo felicidad en la entrega por los demĆ”s y libera de la codicia, del consumismo y de la indiferencia; la vivencia de la pobreza evangĆ©lica ānos permite encontrarnos con el SeƱor y nos ayuda a ser solidarios con los pobresā.
En este sentido, afirma que vivir la pobreza con alegrĆa es la piedra de toque de la espiritualidad agustina recoleta y de la propia misión evangelizadora de la Orden. Para vivir esto voto de la vida religiosa es necesario oración y discernimiento, sobriedad y sacrificio, sencillez y humildad de corazón, cercanĆa y solidaridad con los pobres.
Miró invita a que la comunión de bienes, la sencillez de vida, la corresponsabilidad, la solidaridad y el empeƱo en tener un proyecto comĆŗn ayuden a los religiosos a crecer humana y espiritualmente. Asimismo, relaciona, siguiendo al papa Francisco, la pobreza con la ecologĆa. Y es que, como dice, la degradación de la Tierra tiene consecuencias irreparables sobre todo para los mĆ”s pobres. Es por eso que pide cuidar la Casa ComĆŗn para asĆ ser solidarios y ayudar a los mĆ”s necesitados.Ā Por todo ello, el Prior general asegura que vivir la pobreza es un reto que requiere cambio de mentalidad y actitud, para lo cual se necesita una conversión integral.