El joven religioso de origen mexicano realizó la profesión solemne de sus votos como agustino recoleto en la Parroquia de Santa Rita de Casia en Manaos (Brasil).
La Orden de Agustinos Recoletos recibió con alegría la profesión solemne de los votos de Jesús Emmanuel Mendoza. El joven mexicano dijo sí a Cristo de manera definitiva el pasado sábado 3 de octubre en la Parroquia de Santa Rita de Casia de Manaos, en Brasil. De esta forma, ratificó el proceso vocacional que comenzó hace años y que en los últimos meses le llevó hasta Brasil.
La comunidad parroquial celebró junto al religioso uno de los momentos más relevantes de su vida religiosa. El pueblo se unió a la celebración, que contó con la presencia de sus familiares más directos, que pudieron viajar desde México a Brasil para estar junto al neo-profeso. La Virgen de Guadalupe, devoción familiar, estuvo presente en el altar.
El delegado provincial en Brasil, Juan Cruz Vicario, presidió la eucaristía y recibió, en la persona del Prior General, la profesión solemne de Jesús Emmanuel. En la homilía, Cruz Vicario resaltó los principales aspectos de la vida religiosa, con una catequesis sobre los votos. Como indica el ritual de profesión solemne, el delegado provincial preguntó al candidato si deseaba comprometerse de un modo definitivo y permanente con el carisma y vida de los Agustinos Recoletos.
Profundamente emocionado y convencido de su decisión, Jesús reafirmó ante todos esta decisión de permanecer en la vida religiosa y seguir el camino que Dios le había propuesto mediante la profesión perpetua de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Posteriormente se postró ante el altar para pedir la intercesión de los santos y acto seguido, de rodillas, leyó y firmó la fórmula de profesión, escrita de su puño y letra.
Al término de la celebración, Jesús Emmanuel Mendoza realizó una acción de gracias por el momento vivido. «Agradezco eternamente al Señor el don de la vida, por mis padres que, aunque con dificultad, aceptaron este sueño de Dios en mí», dijo. También tuvo unas palabras especiales para la Orden: «Doy gracias a la Orden de Agustinos Recoletos, que me acogieron y aceptaron para ser con ellos un solo corazón».