El agustino recoleto Ingemar Darío Durán Barreto fue ordenado sacerdote el pasado 4 de septiembre, en la festividad de la Virgen de la Consolación, en Bucaramanga (Colombia).
La Orden de Agustinos Recoletos tiene un nuevo sacerdote. Ingemar Darío Durán Barreto recibió la ordenación sacerdotal el pasado 4 de septiembre, en la festividad de Nuestra Madre de la Consolación. El joven colombiano fue ordenado en la Parroquia San Agustín de Bacaramanga (Colombia). El religioso estuvo acompañado por otros agustinos recoletos y miembros de su familia en un día especial.
El obispo agustino recoleto Mons. Héctor Javier Pizarro Acevedo, Vicario Apostólico de Trinidad, Casanare, presidió la celebración. Como indica el ritual, el ordenado se postró frente al altar para la imploración de los santos y posteriormente el obispo ordenante impuso sus manos y consagró a Ingemar Darío, antes de colocarle los ornamentos sacerdotales y ungirle con el santo crisma.
En su homilía, el Prelado habló sobre la ordenación como un sacramento de unción, que «distingue y señala dentro de la Iglesia para una función particular» al nuevo sacerdote. El obispo aseguró que la celebración es en si un milagro, pues el joven agustino recoleto «entró como religioso y al concluir saldrá como sacerdote del Dios eterno».
Asimismo, también interpeló al agustino recoleto con una pregunta directa: ¿Para qué te ordenas sacerdote? Mons. Pizarro aseguró que el sacerdocio puede conllevar incluso la muerte, por lo que indicó que «hay que decirle sí al Señor con decisión». Además, le explicó la importancia de la eucaristía: «Como quisiera que la eucaristía la manejaras con devoción y piedad. No se puede celebrar la eucaristía de cualquier manera. Celébrala siempre como si fuera tu primera eucaristía».
Respecto a esto afirmó que «en el mundo puede haber gente con muchas cualidades y mucho poder, pero solo tu y aquellos que han recibido el poder pueden decir este es mi cuerpo y mi pan se convierte en el cuerpo del Señor».