Las comisiones del 56º Capítulo general trabajarán durante esta semana en los temas encomendados para cada una.
El 56º Capítulo general de la Orden de Agustinos Recoletos, que se celebra en Roma desde el 1 de marzo, continúa avanzando en su tercera semana. Tras la fase de información y diálogo de temas, han comenzado el trabajo las seis comisiones.
Cada una se dedicará a los temas para las que han sido designadas: espiritualidad, formación permanente y acompañamiento; vocaciones y juventud; formación inicial; apostolado ministerial; apostolado educativo; y gobierno, economía, comunicación y protección del menor. Las comisiones se encargarán de determinar y presentar sus propuestas -basadas en las sugerencias de los religiosos- a la sala capitular.
En los próximos días serán presentadas las propuestas de líneas estratégicas de cada área, que deberán ser aprobadas por los capitulares. Estas decisiones se materializarán en el Proyecto de Vida y Misión.
Este lunes 14 de marzo ha acompañado al 56º Capítulo general el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Mons. José Rodríguez Carballo. El prelado ha presidido la eucaristía y ha dejado algunos mensajes sugerentes a los religiosos.
Rodríguez Carballo ha pedido un “capítulo sinodal”, en el que todos los participantes puedan hablar con libertad y respeto. “Es el momento de coger nuestra vida en nuestras manos y ver quiénes somos”, ha predicado. También ha afirmado que “sin vida fraterna en comunidad no hay vida religiosa”.
En la jornada de domingo, de descanso para los capitulares, los religiosos del 56º Capítulo general celebraron la eucaristía dominical en la Basilica di Sant’Agostino, donde descansan los restos de Santa Mónica. La celebración fue presidida por el agustino recoleto Ken James, recientemente ordenado.
En su homilía, Javier Monroy invitó a vivir “caminar y hacer camino durante la Cuaresma para llegar a la Pascua”. Aseguró que los cristianos, igual que los apóstoles, “no sabemos dónde ver a Jesús en el camino de la vida”. Por eso, afirmó que “lo importante” de la fe católica “es el camino, porque la meta es el propio camino”. Al concluir la misa, los presentes pudieron rezar ante Santa Mónica, poniendo ante ella los frutos del trabajo del Capítulo general, así como a la comunidad de las Madres Mónicas.