En su audiencia privada, la Orden de Agustinos Recoletos entregó al Papa Francisco tres expresiones artísticas muy vinculadas a la historia y el presente de la Iglesia y la Orden.
Una vez concluidas las palabras del Papa Francisco, los cuarenta agustinos recoletos que acudieron a la audiencia privada con el 56º Capítulo general de la Orden saludaron, uno a uno, al Santo Padre. En esos momentos, le fueron entregados al Papa tres regalos con un enorme valor artístico y afectivo: una pintura, una escultura y una canción. Los tres, con interesantes historias detrás, son importantes vínculos de la Orden con el Papa Francisco y la Iglesia. Los Agustinos Recoletos quisieron mostrar de esta manera su agradecimiento y deferencia por la figura del Santo Padre, que recibió con agrado los presentes.
Luz del custodio y protector
El primero de los regalos fue la pintura Lucis Custos, una obra ejecutada a tres manos y muy relacionada con la espiritualidad del Papa Francisco. Alejandro Decinti, Antonio Decinti y el agustino recoleto David Conejo han representado, en el cuadro entregado al Santo Padre, a San José dormido, sentado en una silla, mientras sujeta entre sus manos al Niño Jesús, que también duerme. Aunque no aparece su rostro, en la composición también se encuentra María, que con su mano tapa una vela. José y María son los custodios. dela verdadera luz, que es Cristo. La pintura, además de representar una tierna escena, muestra un excelente juego de luces y sombras.
En las vísperas a la celebración de San José, los artistas quisieron regalar esta pintura como señal de cercanía al Santo Padre. La obra comenzó a ejecutarse hace un mes, cuando se conoció la audiencia que los Agustinos Recoletos tendrían con Francisco. «La experiencia de este cuadro ha sido única», como indica David Conejo.
Salud de los enfermos
En 1634 llegó a Filipinas la imagen de Nuestra Señora de la Salud. Había sido regalada por los Carmelitas Descalzos de México a los siete misioneros agustinos recoletos que viajaban hacia Filipinas. Desde entonces, su devoción está muy extendida en Filipinas, aun más en los últimos meses, durante los cuales los filipinos han buscado su protección frente a la pandemia de COVID-19.
Por ello, más de 385 años después de su llegada, los Agustinos Recoletos han regalado una réplica de esta bonita imagen al Papa Francisco. La imagen ha sido realizada por el maestro Fermin Bagalso y representa fielmente a la original imagen, adornada con numerosos brillantes. En el momento de entregársela, el prior provincial de la Provincia San Ezequiel Moreno, Dionisio Selma, expicó al Pontífice: «Este es un regalo desde Filipinas, un testimonio de nuestra celebración del 500 aniversario de la evangelización de Filipinas el pasado año. La imagen de Nuestra Señora de la Salud ha traído la sanación a muchos enfermos durante la pandemia».
Música y corazón de Padre
El agustino recoleto José Manuel González Durán ha compuesto la canción Con corazón de Padre, que este jueves fue también entregada al Papa. La letra de la composición está basada en la carta apostólica Patris Corde escrita por Francisco y publicada el pasado 2020. Según indica en al partitura de la canción, que también le fue entregada al Santo Padre, la canción es una muestra de agradecimiento por haber escrito la carta y haber dedicado un año a San José, protector desde hace décadas de la Orden.
Con corazón de Padre
