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Un sí al Señor para toda la vida en la misión

Cuatro jóvenes religiosos realizaron la profesión solemne en la misión de los Agustinos Recoletos en Casanare, donde también fue misionero San Ezequiel Moreno.

Orocué se encuentra en la orilla del río Meta, dentro del departamento de Casanare y dependiente del Vicariato de Trinidad. En esta pequeña ciudad, de difícil acceso, en plena misión de los Agustinos Recoletos, cuatro jóvenes realizaron el pasado jueves 15 de septiembre la profesión solemne como religiosos. Con la presencia de religiosos y fieles de Orocué, Sergio Alberto Rojas Hinojosa, Pedro Luis Marte Díaz, César Augusto Rincón y Andrés Camilo Páez emitieron sus votos y respondieron con un sí rotundo y perpetuo a Cristo.

La celebración tuvo lugar en el pequeño templo parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria, con presencia de los Agustinos Recoletos desde que la misión de Casanare fue confiada a la Orden a través de San Ezequiel Moreno a finales del siglo XIX. En el lugar continúan los misioneros agustinos recoletos, hoy dependientes del Vicariato de Trinidad. Su obispo, el agustino recoleto Mons. Héctor Javier Pizarro, presidió la eucaristía y recordó la importancia de que los cuatro jóvenes dieran su sí a Cristo en la misión.

«Este es un paso importante en la vida vocacional que estos jóvenes han escogido», indicó el obispo, quien recordó que la vocación agustina recoleta es «una llamada de Dios para comprometerse a servir a la comunidad». «Hoy se casan con la Orden de Agustinos Recoletos y con la Iglesia», afirmó Mons. Pizarro. En este camino, recalcó la relevancia de la oración, tan fundamental para San Ezequiel Moreno, «que no era capaz de hacer nada sin su oración».

Sergio Alberto Rojas Hinojosa, Pedro Luis Marte Díaz, César Augusto Rincón y Andrés Camilo Páez emitieron su profesión solemne de manos de fray Albeiro Arenas Molina, Prior provincial de la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria, quien pidió a los fieles rezar por ellos y animarles en su camino. De Orocué es natural Sergio Alberto Rojas Hinojosa, uno de los cuatro profesos. Albeiro Arenas deseó que, como él, sean muchos más los jóvenes de esta pequeña ciudad y de Casanare los que entreguen su vida por Cristo como agustinos recoletos.

Como indica el rito, se produjo el interrogatorio, la letanía de los santos, la fórmula de la profesión y la bendición solemne de los profesos. Posteriormente, los religiosos agustinos recoletos abrazaron a los cuatro jóvenes.

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