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De Nagasaki a Querétaro: «Me impresionó su tenacidad»

Beatriz conoció la vida de Santa Magdalena de Nagasaki cuando entró en la Fraternidad Seglar Agustina Recoleta y quedó impresionada.

En 1990, Beatriz Heredia sufre un cambio en su vida. Por motivos laborales, se vio obligada a dejar Ciudad de México y mudarse a Querétaro, donde comenzaría una nueva etapa. Tuvo que despedirse de la Fraternidad Seglar Agustina Recoleta, de la que había entrado a formar parte apenas unos meses antes. Sin embargo, en su nueva ciudad, los religiosos le acogieron con los brazos abiertos y le animaron a entrar en la primera comunidad de la Fraternidad Seglar que estaba naciendo en Querétaro. Para el nombre de la comunidad se escogió a la patrona de la FSAR: Santa Magdalena de Nagasaki.

¿Quién era esta santa? Fue así como Beatriz descubrió a la joven mártir japonesa. Se fue acercando a su vida y conociendo su martirio. «Me impactó mucho el gran dinamismo por la misión». Recuerda que le hablaron de ella como una santa «tenaz y llena de entusiasmo por predicar y por ayudar». Fue esto lo que le llamó especialmente la atención: «Me gustó mucho su vida y por eso me siento muy identificada con ella».

Asegura que le impresionó «su juventud y su tenacidad; supo combinar estas dos formas de actuar». «No porque se quedara sola bajó la guardia: siempre se mantuvo firme en la fe y salió adelante con mucha valentía», sin miedo a la muerte, a la que puso debajo de su fe.

Beatriz Heredia pide «su intercesión para que haya más misioneros». Es lo que destaca de su vida y el motivo de su admiración por ella. «Me enorgullece que mi comunidad se llame como ella, porque nuestro carisma debe ser ante todo misionero», dice. Le hubiera gustado, como Santa Magdalena de Nagasaki, haber sido misionera laica, «pero mi camino era otro».

El testimonio de la santa agustina recoleta sigue siendo actual. «Sigue viva por su valentía; los jóvenes pueden ver en ella un gran ejemplo», y explica: «La juventud busca darle un sentido a su existencia y ella se lo dio». «Espero que los jóvenes sigan su ejemplo de valentía, para no desistir nunca con tenacidad».

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