Te contamos

La gran pregunta: ¿Quién es Dios?

San Agustín pasó gran parte de su vida buscando la respuesta a la pregunta que hoy millones de personas siguen haciéndose: ¿Quién es Dios?

Por Él, miles de personas dedican su vida con entrega y humildad. Por Él, millones de personas acuden a una iglesia cada día. Por Él existen obras de caridad, proyectos sociales, instituciones, órdenes religiosas… La humanidad lleva miles de años hablando de Dios, de su obra, de su acción, de su casa, de su pueblo… Pero, ¿quién es Dios?

Es la pregunta que durante media vida se hizo San Agustín. En Las Confesiones explica cómo se acercaba a su Él sin que el mismo Agustín se diera cuenta, cómo lo necesitaba aunque creyera que no. Continuas dudas, diferentes caminos hasta que en la Pascua del año 387, el santo entendió qué era lo que buscaba, quién era verdaderamente Dios.

Esa misma pregunta se la siguen haciendo hoy millones de personas, cristianas y ateas, agnósticas y religiosas. La respuesta se puede encontrar en las persona que más tiempo le dedican: las monjas contemplativa. Las agustinas recoletas viven en conventos contemplativos en los que dedican la mayor parte de su tiempo a rezar, hablar y a adorar a Dios.

«Dios vive, es una persona y es amor»

La pregunta se dirige a la hermana Alicia Correa. «Dios no es un libro, es una persona viva, resucitada», responde. La religiosa contemplativa asegura que Cristo vive, pero «tenemos que tener los anteojos de la fe para ver detrás de las cosas, de las personas, de las circunstancia, que Dios vive».

Comienza diciendo que, en la educación y la formación, «se nos ha inculcado un Dios de teoría», de cabeza. «Podemos saber quién es Dios Padre, Dios, Hijo, Dios Espíritu Santo… Podemos saber mucha teoría pero Dios no es una teoría». «Dios es de corazón; tenemos que hacer el esfuerzo de bajar de la mente al corazón», explica.

Dios es una persona que vive, pero para Alicia «Dios también es amor». «En los detalles de cada día, Dios está ahí: ¿Por qué vivimos? ¿Por qué tenemos relaciones de amitad?», asegura. Es necesario mirar la vida desde el corazón para saber dónde está Dio, así como tener una experiencia de amor con Él. «Hay mucha gente que no puede tener ea experiencia porque hay mucho dolor en el mundo, pero aún en ese dolor está Dios».

X