Estimados hermanos y hermanas:
El lunes 6 de febrero nos despertamos con la triste noticia de la catástrofe provocada por un fuerte terremoto en Turquía y Siria. A la hora que escribo estas letras ya son más de ocho mil los muertos contabilizados, pero todos sabemos que desgraciadamente esas cifras las veremos muy altamente multiplicadas. Una catástrofe histórica agravada por las bajas temperaturas que están enfrentando todos los damnificados y los que colaboran en las labores de rescate. Además del drama de las familias que han perdido a sus seres queridos, está también el drama de los que han visto toda su vida reducida a ruinas y escombros.
Creo que nos podemos ahorrar los discursos sentimentales porque las imágenes que los medios de comunicación nos ofrecen en tiempo real son suficientemente impactantes como para entender que se hace necesario todo tipo de ayuda y de forma urgente. Por eso a través de estas líneas pido a toda la familia agustino-recoleta: religiosos, monjas, religiosas, Fraternidades, JAR, Madres Mónicas, etc. su oración por las víctimas y afectados del terremoto. También les pido que en la medida que sea posible, tanto las comunidades religiosas como nuestras comunidades parroquiales y/o educativas colaboren económicamente a paliar de alguna forma el drama que nuestros hermanos de Turquía y Siria están viviendo.
ARCORES rápidamente se ha puesto manos a la obra y nos ofrece un camino y una forma concreta de colaborar: un número de cuenta a la que podemos enviar nuestras aportaciones y que junto con las de otras Instituciones humanitarias se enviarán a su destino. Número de cuenta: ES57 0075 0241 4406 0086 0510
De igual forma les ofrecemos una oración para que la podamos elevar desde nuestras comunidades y ministerios al Dios al que llamamos Padre y que nos hace hermanos en Cristo a todos los hombres.
Oración
Padre nuestro, tú eres nuestra fortaleza en la adversidad.
Te pedimos, por medio de tu Hijo Jesucristo,
por todos los afectados por el terremoto
que ha asolado las tierras de Turquía y Siria.
Que todos los damnificados sientan tu cercanía,
y tu amparo en medio del dolor.
Abrázalos con tu ternura y tu bondad.
Conforta a todos los que han perdido a sus seres queridos,
consuela a los que han visto transformadas sus casas y sus vidas en ruina y destrucción.
Y a los difuntos, acógelos en la paz de tu Reino.
Mueve el corazón de los hombres a la solidaridad;
protege y cuida a todos los que colaboran en las labores de rescate.
Haz de nosotros Señor, constructores de fraternidad y que,
por la intercesión de la Virgen María,
y también con nuestra generosidad,
se pueda reconstruir y levantar una nueva sociedad,
que únicamente tiemble y se estremezca,
Señor, delante del misterio de Tu inmenso amor.
Amén
Que el Señor nos bendiga con su paz.
Roma, 8 de febrero de 2023.
Fr. Miguel Ángel Hernández OAR
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